Refinador de píldoras sin precedentes: La joven novena señorita

CAP 132: Irracional (1)

Su Lingsheng miró a Gong Zhengyu con incredulidad. Incluso la tranquila y plácida Lei Min, además de ella, mostraba signos de asombro.

Ninguno de ellos habría pensado alguna vez que el joven maestro del grupo del comerciante realmente aparecería aquí.

El grupo de comerciantes era una existencia especial. A pesar de que Su Lingsheng iba a llevar el nombre de la Princesa Mayor, nunca había podido encontrarse cara a cara con uno de los líderes del grupo de comerciantes.

 Nunca en sus sueños más salvajes habría pensado que Ji Fengyan no solo podría verlo en persona, ¡sino que incluso logró que viniera a su casa!

En este momento, el rostro de Su Lingsheng palideció instantáneamente. La mirada que solía mirar a Gong Zhengyu era como si quisiera no haber aparecido nunca.

La cara de Lei Min también se agrió. Una sensación ominosa surgió bruscamente en su corazón.

"Señorita Su, yo también estuve allí ese día cuando se cambió el Eterno flor del afecto, pero debido a la condición de mi cuerpo, no pude salir y saludar a todos en ese momento. Sin embargo, estaba completamente consciente de lo que había ocurrido entre ustedes dos."

Dijo Gong Zhengyu con una cálida sonrisa, sus ojos ligeramente entrecerrados parecían suaves y suaves. Desafortunadamente, cada palabra que dijo causó rayos de terror a través de los cuerpos de Su Lingsheng y Lei Min.

"Si mal no recuerdo, era cierto que en ese momento la Joven Señorita Su había planeado comerciar con nosotros por el flor, pero... los minerales que la Joven Señorita Su había traído no cumplían con el estándar requerido, por lo tanto el comercio no tuvo éxito. En cambio, fue Fengyan quien había traído suficientes minerales para intercambiar por el Eterno flor de afecto, y... después de nuestro intercambio, ¿la señorita Su no solicitó un tallo frente al público? Dígame, joven señorita Su, ¿hay algún error en mi memoria?" 

Preguntó Gong Zhengyu, sonriendo aún más cálidamente.

Sin embargo, fue la voz suave de Gong Zhengyu quien hizo que Su Lingsheng sintiera como si hubiera caído en una bodega congelada. Incapaz de evitar temblar, había perdido todo el color en su rostro en ese momento e inconscientemente se giró para mirar al silencioso Zhan Fei con una mirada asustada y ansiosa.

Zhan Fei frunció el ceño, su rostro el de desagrado.

Las piernas de Su Lingsheng estaban a punto de colapsar.

Si la Princesa Mayor se enterara del hecho de que no solo no terminó su tarea, sino que le dijo mentiras tan grandiosas y ridículas...

Su Lingsheng realmente quería llorar. Verdaderamente y en realidad llorar. Ella utilizó una mirada casi suplicante para mirar a Lei Min, rogándole que encontrara una manera de cambiar las cosas.

Desafortunadamente... 

En este momento, Lei Min tampoco tenía nada en la manga.

Si hubiera sido alguien más el que se presentara como testigo, entonces podrían haber encontrado cualquier cantidad de excusas para refutar, pero... Quien se adelantó esta vez y actuó como testigo de Ji Fengyan fue casualmente el único y ¡única persona que no podían desacreditar!

El joven maestro del misterioso grupo de comerciantes, Gong Zhengyu. Incluso para alguien del nivel de la Princesa Mayor, ella todavía les indicó que no fueran descorteses con nadie en el grupo de mercaderes.

No importa cuán ignorante pudiera ser Lei Min, aún entendía que era probable que el estado de Gong Zhengyu no fuera tan simple.

Solamente...

¿Por qué era que una persona así querría ponerse de pie y hablar por Ji Fengyan?

"¿Por qué ustedes dos no estan hablando?" Preguntó Gong Zhengyu con una sonrisa, sus cálidos ojos recorrieron Su Lingsheng y las pálidas caras de Lei Min.

Su Lingsheng apretó los dientes, pero no se atrevió a pronunciar otra palabra. Había planeado todo, sin embargo, la aparición de Gong Zhengyu aquí era lo único que no había planeado.

La cara de Zhan Fei se volvió cada vez más fea, asustando tanto a Su Lingsheng que tembló de miedo. Ya no podía preocuparse por responder a Gong Zhengyu, y en cambio miró nerviosa a Zhan Fei, que fruncía el ceño. 

"Señor Zhan, esto..."

"No necesitas decir nada más". Zhan Fei ladró oscuramente, su tono ya empezaba a desvanecerse.

El corazón de Su Lingsheng saltó un latido mientras el sudor comenzaba a caer por su frente.

Lei Min también secretamente apretó los puños.
Zhan Fei echó un vistazo por encima del sudoroso Su Lingsheng antes de decir con frialdad: "No me importa cómo se originó la Eterna flor de afecto. ¡La Princesa Mayor solo me dio una tarea y es la única tarea! "