Él Profesor y Él Alumno || Joerick || Terminada

Final.

Sus ojos iban a su reflejo en frente del espejo, viendo una y otra vez su anillo y su traje. Su corbata y sus zapatos.

Erick, su Erick, estaba en la habitación de al lado y tenía que ir a buscarlo.

Suspiró por última vez y fue hacía la puerta, toma el pomo y la abre para salir. Luego camina siete pasos y toca la puerta del ojiverde mientras carraspea su garganta.

El sonido de la puerta abriéndose hace que sus manos comiencen a temblar, hasta que unos hermosos ojos verdes lo reciben con una hermosa sonrisa.

'No hay duda, que es él mas perfecto del mundo' Piensa una y otra vez. Lo ama.

-Siempre estás hermoso, pero, dios, ahora si que te excediste... -Joel toma la mejilla de Erick antes de que este responda y junta sus labios.

Luego de unos minutos, las campanillas suenan y los novios se separan, se miran y se toman de las manos para encaminarse a la puerta de entrada.

Los mayordomos sonríen y abren ambas puertas. Del otro lado están los amigos de Joel, de Erick, junto a su familia.

Estrechan sus brazos y Erick comienza a sonrojarse mientras van pasando por el corto camino hacía el que los va a casar.

Cuando llegan, el discurso es siempre el mismo que suelen decir. Ambos solo esperaban casarse se una vez.

-Joel Pimentel de León -él rizado lo miró- ¿Aceptas la unión con Erick Brian Colon Arista?

Ambos suspiraron y Joel habló.

-Claro que sí, acepto -dijo dedicándole una sonrisa a su esposo.

Agarró el anillo y se lo puso en el dedo al ojiverde.

-Y usted, Erick Brian Colon. ¿Acepta la unión con Joel Pimentel de León?

El ojiverde miró hacía atrás. Su mejor amigo sonriendo en los brazos de Zabdiel. Volvió a mirar hacía adelante y habló.

-Si... Acepto -respondió seguro y miró a Joel, que estaba con lágrimas en los ojos.

Hizo la misma acción que su esposo, colocó el anillo en su dedo.

El 'pueden besarse' es lo único que escucharon próximamente.

Asi que... Juntaron sus labios y comenzaron a besarse con un fuerte amor que los unía.

La gente de atrás empezó a aplaudir y a soltar chiflidos.

-Ahora se están comiendo -gritó Zabdiel, seguido de mas aplausos.

Cuando se separaron, miraron hacía atrás y se dieron cuenta de cuanta gente los apoyaba. Una canción lenta empezó a sonar y recalcularon que tenían que bailar...

-Erick, el amor de mi vida y, ahora, mi esposo... -susurro Joel tomando su mano y llevándolo al centro de baile.