Purple Substance Genocide

11 0 0
                                    


El Emperador Yubet, fue un sanguinario dictador universal, quien contaba con el mayor ejército de todo el universo. Para él cualquiera raza o ser que representará una amenaza debía ser erradicado(a) para que así su eterno reinado no peligre y pueda seguir gobernando por siempre con mano de hierro.

Un día, el Emperador enfureció, al descubrir que le habían ocultado la existencia de uno de los seres más poderosos de la existencia, quien era un mago de la raza de los tukis; así que sin perder tiempo, el tirano se dirigió al planeta de los tukis junto con todo su ejército, para acabar con la vida del mago.

Mientras tanto, en el planeta de los tukis todos los magos ya sabían que el genocida se acercaba a su mundo buscando acabar con la única esperanza del universo. De pronto, toda la armada del Emperador apareció a través de un portal, por donde pasaron cientos de naves y más de un millón de robots.

La raza de los tukis se caracterizaba porque en ella todos eran magos y eran de los mejores magos que existían en el universo; por ende, la batalla entre ellos y la armada del Emperador Yubet iba a ser devastadora.

Y cuando ambos bandos estuvieron frente a frente supieron que la lucha era inevitable, así que sin mediar palabra alguna con los tukis, el Emperador Yubet ordenó a sus robots atacar, dando inicio a una sangrienta batalla.

Una hora después de iniciada la sangrienta lucha, en la que los misiles, los hechizos y las balas viajaron de una trinchera a otra, quedaron inoperativas 30 naves, 600 mil robots fueron destruidos y cerca de un millón de tukis murieron, quedando vivos sólo 4 de ellos; y entre uno de los 4 sobrevivientes estaba Tukino, el ser al que tanto temía el Emperador Yubet.

En ese punto del combate, el emperador genocida ya no quiso más intermediarios, él mismo bajó personalmente a enfrentarse a Tukino; inmediatamente, el Emperador saltó de su nave, corrió hacía el templo en el que se hallaban los sobrevivientes, tumbó la puerta y rápidamente mató a los dos tukis que estaban en el interior; siguió avanzando y derribó la puerta de la habitación en la que se encontraba el maestro de Tukino, a quien tomó del cuello y estrangulo hasta matarlo.

Y ahora que en el templo sólo quedaban el Emperador y Tukino; el tirano no perdió más tiempo y rompió la puerta que lo separaba del único sobreviviente de la raza de los tukis; pero al atravesar la puerta, no lo hizo solo, junto a él ingresó también una gran cantidad de energía que rápidamente asimiló en su cuerpo el ser que tenía en frente.

La misión del autoproclamado emperador del universo hubiese sido exitosa, de haber sabido que el rival al que se enfrentaría era capaz de absorber la energía de los muertos; y dado que el Emperador junto a todo su ejército había realizado una completa masacre, Tukino tenía energía de sobra para absorber y liberar en un solo ataque que fulmine al causante de la muerte de todos los de su raza. Y así lo hizo, el mago salió de su pose de meditación, para rápidamente acercarse a su objetivo y con el dedo índice cargado de energía tocarle la frente, logrando así enviar una parte de su mente a otra dimensión mientras que la otra mitad la dejó intacta en el interior de un cuerpo que no podía valerse por sí mismo y caía al piso aparatosamente.

Un sólo movimiento bastó para ponerle fin a la tan sangrienta cruzada que había iniciado en todo el universo, el tirano emperador Yubet.

Purple Substance GenocideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora