Parte única {Diario de una acosadora}

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Él se sentaba en la primera fila. Cogía su material y lo colocaba en la mesa delicadamente como si de cristal se tratara. Era uno de los chicos mas populares de mi clase, siempre traía su mazo de cartas y tenía un montón de gente alrededor.

La profesora estaba ausente, mandaron uno de guardia pero este no venia así que mis compañeros hacían lo que les diese la gana. Yo me puse a dibujar, quería probar si había mejorado en algo mi técnica de dibujo. Siempre estaba dibujando en clase porque se me hacía aburrido.

Mientras tanto él sacó su baraja de cartas y se puso a distribuirlas entre un grupo de personas alrededor suyo. Deslizaba las cartas suavemente. Admiraba su delicadeza con las cosas, como si estas tuviesen una vida y no quisiera dañarla ni un poquito.

Paré un momento de dibujar y me quedé observándole, estaba socializando alegremente como siempre. En un segundo él noto mi presencia y me dedicó una sonrisa, me hundi en la mirada de sus ojos durante un instante, esa mirada era única, no se me olvidará.

La hora del descanso había llegado y recogía mis cosas rápidamente, pues me había vuelto a olvidar el desayuno en casa y tendría que ir a la cafetería.

Salí corriendo escaleras abajo hasta que llegué a la cafetería, me pedí un muffin ya que era lo que mas se adaptaba al dinero que tenia. Salí de aquel lugar tan claustrofóbico (habían muchas personas allí dentro), y me dirigí a las pistas de baloncesto, era uno de los deportes que mas me gustaban a parte del béisbol y participaba en los pocos partidos que se organizaban.

Allí estaba él, era inusual que estuviese en tal lugar, solía estar cerca de la cafetería hablando con la gente que pasaba por allí. Inconscientemente empecé a ponerme nerviosa, no sabia por que estaba así, quizás fuese porque iba a jugar delante de él y tendría miedo de humillarme.

Me coloqué en medio de la pista, iban a sacar el balón para dar comienzo al partido. El arbitro tiró el balón hacia arriba y una chica de mi equipo y un rival saltaron a por él. La chica rozó el balón con los dedos y sin querer se lo dió al chico del otro equipo. Este cogió el balón y hacia zic zac para a continuación pasárselo a otro miembro de su equipo. El balón parecía que volara, me coloqué en medio de aquel tiro y cogí el balón al vuelo, corrí hacia la dirección contraria botando el balón para que no hiciese una falta y se lo pasé a mi compañera de equipo. Terminamos todos muy cansados, pero mereció la pena para nuestro equipo. Ganamos por 3 puntos más, por el triple de uno de los mas reservados y timidos de mi clase. Bebía agua cuando me di cuenta de que él me estaba mirando y se dispuso a acercarse. Nervios, otra vez aquella sensación...

Sentía su aroma mientras que él venía, era un olor suave y dulce.

-Hola soy Kanado-Me dirigió la palabra con una sonrisa
-Hola, soy Mei-Dije forzandome a hablar y a devolverle la sonrisa
-Si, ya te conozco. Para ser tan baja si que saltas-dijo con un tono burlesco y coloquial
-Como si no fuese capaz de eso-respondi dejando la botella de agua en el suelo con una risa

Me habló durante medio recreo, me sentía bien por fin estar a al menos un metro de él. Sabía que llegaría a pasar, porque él era sociable y no podría evitar el hablar conmigo algún día.

Terminamos hablando durante las clases a través de notas que la gente pasaba de mesas en mesas. Algunas de las chicas me miraban mal o me evitaban.

Pasaban meses de amistad, era muy simpático y emprendedor, yo casi conocía todo de él y él todo de mi. Era una relación agradable pero faltaba algo.

Quedamos. Me di una ducha rápida y me vestí corriendo, como siempre, llegaba tarde a todos lados así que me daba tanta prisa como podía.

Saliendo de casa me lo encontré, debió de venir a recogerme porque ya tardaba.

-Perdón-Comenté
-No pasa nada-Respondió medio riéndose

Fuimos al parque y nos sentamos debajo de un árbol, el suelo estaba repleto de tréboles suaves al tacto, me daba ganas de quedarme durmiendo allí.

-Oye... Tengo que decirte algo-Me dijo mientras estaba tumbado y mirando las nubes

-Yo también-Dije mientras estaba apoyada en el tronco del árbol buscando con la mirada tréboles de cuatro hojas

-¿Lo decimos a la vez?-Propuso él sonriendo

-Vale-Asentí alegre

Tomé aire y pensé tres veces la frase que debía decir para no confundirme con la suya.

Contamos hasta tres y cuando llegamos a este último número soltamos a la vez:

-¿Quieres salir conmigo?

Nos quedamos medio atontados, no nos esperábamos para nada que fuésemos a decir lo mismo

-¿Entonces es un sí?

-Supongo que si-Me reí por la situación

Él se rió conmigo un rato y se acercó a mi

-Te quiero-me susurró en el oído

-Yo también-Dije algo sonrojada

Me acarició la mejilla y me besó. Parecía un sueño, en caso de ser así seria de los mejores sueños que hubiese tenido, pero... Se sentía tan real...

🍁Mei One-Shoot🍁Where stories live. Discover now