«Extra two»

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—Oye, Mark.- Llamó el menor.

—¿Qué pasa, DongHyuck?- Contestó en un tono seco.

—¿Sigues enojado por lo de hace un rato?- Preguntó el menor, jugando con sus dedos y mirando hacia abajo.

—¿Te parece?- Obvió el mayor.

—Lo siento, Hyung.- Sus ojitos poco a poco se iban llenando de lágrimas. A HaeChan no le gusta a estar peleado con su novio por una estupidez que él no había causado ni podido evitar.

—Sé que lo sientes, pero...- Dió un golpe con su puño en la mesa, descargando la rabia que sentía.—Esa chica estaba muy cerca tuyo, que casualidad que cuando yo aparecí, ella te besó.- 

—Juro que fué un malentendido, Hyung.- Habló el menor, desesperado porque su mayor lo entendiera pero sería muy complicado, el mismo era muy celoso y no le gustaba que tocaran a su bebé.

—Malentendido o no, ella te besó. No puedo soportar eso, así que tendrás que despedirla. No pienso trabajar en la misma empresa que ella.- Finalizó Mark, levantándose de la mesa y yendo hacia la habitación, enfadado.

DongHyuck se quedó sentado allí, con lágrimas en su rostro y dando unos pequeños hipidos que Mark oía desde la habitación y desgarraba su corazón.

Esa vez, llegaron al punto de no hablarse en todo el día y al final del mismo durmieron separados, Mark en el sillón del comedor y Chan en la cama matrimonial.

Se sentían tan vacíos, realmente no podían estar separados porque sentían que les faltaba algo, un pedazo de ellos. Sin embargo, Mark no pensaba perdonar fácilmente a Hyuck por más que le doliera. Y puede que el mayor esté exagerando, pero realmente estaba enfadado con aquella chica y con el menor, la cual besó a Dong sabiendo que el mismo tenía novio y que el mismo era uno de los dueños de la empresa donde trabajaban. Seguramente la echaría ni bien pise su oficina, aunque también le daba un poco de lástima ya que ella se quedaría sin trabajo.

Mark no podía dormir, sentía que tenía sueño pero cada vez que cerraba los ojos lo veía a él y le daban ganas de llorar, y al no saber porqué se levantó y caminó sigilosamente hacia el baño, tratando de no chocarse contra los muebles y los marcos de las puertas.

Avanzó en puntas de pie para no despertar al menor y cuando paso por delante de su habitación sintió tremendas ganas de abrir la puerta y decirle que lo había perdonando, que la culpa la tenía aquella chica y que él no había hecho nada malo pero no pudo, sintió una especie de vergüenza.

Aunque no quería entrar allí, se obligó a hacerlo. No podía estar tanto tiempo enojado con su pequeño así que quiso arreglar las cosas a pesar de que en realidad HaeChan no había tenido la culpa de nada.

Entró despacito, tratando de no hacer rechinar la puerta ni el piso y avanzó hacia la cama, donde su bebé estaba acostado y con su carita empapada de lágrimas al igual que su almohada. Mark sintió que su corazón se partía en miles de pedazos al verlo así de mal, así que lo único que atinó a hacer fue abrazarlo, despertandolo.

—¿Mark..?- Habló Dong medio dormido.

—Lo siento, bebé. Perdóname.- El mayor no quería llorar pero las lagrímas asomaban por sus ojitos.

—Está bien, Hyung. No pasa nada, todo fue culpa mía.- Se culpó el menor, haciendo sentir mal al contrario ya que sabía que él había armado todo ese escándalo.

—No, Hyuck. Fue mí culpa por armar ese escándalo, no tenía que haber hecho aquello. Reflexcione que solo había sido un atrevimiento de la chica y que tú nunca harías aquello. Perdóname, Hyuckkie.- Lo abrazó más fuerte y de a poco fue subiendose a la cama, quedando abrazados en la misma.

Mark miró a Hyuck, este soltaba algunas lágrimas pero rápidamente, como novio atento que era, las retiró de allí y se dieron un largo beso, el cual sellaba aquella disculpa por parte del mayor.

Se amaban tanto que ni ellos podían soportar estar separados y aunque habían pasado por cosas malas, las superarían.

Porque lo que ellos tenían era amor puro y verdadero.
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— jae

«작은 메모 - MarkHyuck»Where stories live. Discover now