Capitulo 1

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-¿señorita se encuentra bien?- oigo a Lucrecia pero me da miedo abrir los ojos. No quiero ver la oscuridad otra vez

-señorita despierte-

Abro los ojos muy despacio y es ahí cuando me doy cuenta de que todo fue una pesadilla. Llevo semanas soñando lo mismo y Lucrecia lleva la misma cantidad de tiempo acudiendo a mi cuarto a despertarme para que deje de gritar.

-          ¿se encuentra bien señorita?-

-          - si Lucrecia, no se preocupe por mi, estare bien-

-          Si necesita de algo solo hagamelo saber- me regala una dulce sonrisa y sale por la puerta

Me levanto de mi cama y voy al cuarto de baño. Necesito mojarme el rostro. Mi corazon no ha calmado su ritmo aun y tiene que haber algo que pueda tranquilizarme. Hoy es la cena con el hombre que mi padre escogio para mi esposo. Jamas lo he visto y odio la idea de casarme con alguien que no conozco. Cuando Noa sepa de esto querra asesinar a mi padre, pero no puedo decirselo, no aun.  Noa es el hombre que roba mis suspiros, en el que pienso cada momento desde el dia en el que nos conocimos en aquel baile de otoño.

Tengo que entrar en mi vestido y bajar a la sala a conocer a mi prometido. Mis pensamientos no dejan a Noa. Puedo ver su rostro, la tristeza impresa en el, cuando sepa que otro hombre va a tomar mi mano, para no soltarla nunca. No creo que pueda amar a alguien con la misma intensidad con la que lo amo a el.

Cuando llego a la sala, veo a mi padre sentado junto a la chimenea conversando animadamente con un hombre, el cual se encuentra de espaldas a mi. Mi padre nota mi presencia y me pide que me acerque a ellos.

-Alena acercate porfavor, el es Stephen Wrighton, Noa ella es mi bella hija Alena Kensington-

-Es todo un placer conocerla madame- me dice Stephen al momento en que besa mi mano, cuando la suelta yo le hago una leve reverencia.

-Espero que su estancia en la casa sea de su agrado-

-Oh con su compañía por supuesto que lo sera- aparenta ser adulador- Su hija es toda una joya señor Kensington

-Claro que lo es, espero que sepas cuidarla Stephen-

Invito a Stephen a recorrer la mansión para tener la oportunidad de conocernos.

-¿Usted acostumbra leer señorita Kensington?-

-Oh claro, muchisimo, la mayor parte de mi tiempo libre la paso leyendo los libros de la biblioteca de mi madre-

-Es muy bueno saber eso, ¿sabe?, en la nuestro futuro hogar tendra una biblioteca completamente a su disposición y un piano forte para que me deleite con su musica-

-          ¿Como es usted consciente de eso señor?

-         ¿ De que madame?

-          De que toco el piano-

-          Oh su padre me ha comentado muchas cosas sobre usted

-          Me alegra saber eso, pero yo de usted no tengo ningun conocimiento

-          Bueno, soy un amante de la poesia, creo que es la mejor demostración de amor que existe

-          ¿Quien habra puesto a la poesia como un elemento para estimular el amor del sexo opuesto?

-          ¿Y que recomendaria usted para fomentar el afecto?

-          Oh pues a mi parecer el baile

-          Creo que podria ser una alternativa, muchas gracias por su adorable compañía señorita, ha sido muy placentera

-          Mis agradecimientos a usted señor

Cuando cayo la noche no podia hacer mas que dar vueltas y vueltas por mi habitación, pensando como rebelarle a Noa todo lo que estaba sucediendo.

Un leve golpe sono en mi ventana, seguido de otro, supe inmediatamente de donde provenian. Noa. El siempre arrojaba piedras a mi ventana cuando querìa verme. Eso me recordaba a la historia que lei aquella vez en ese libro, del cual sigo sin recordar su nombre. Me asome a la ventana y ese bello joven recito una hermosa poesia para mi. Mi corazon iba a explotar de gozo.

-En tu boca roja y fresca

Beso y mi sed no se apaga

Que en cada beso quisiera

Beber entera tu alma

Me eh enamorado de ti

Es enfermedad tan mala

Que ni la muerte lo cura

Lo saben los que aman

Loco me pongo si escucho

El ruido de tu charla,

Y el contacto de tu mano

Me da la vida y me mata

Yo quisiera ser el aire

 que toda entera te abraza

yo qusiera ser la sangre

que corre por tus entrañas


-Un dia de estos tanto amor va a matarme-

- Tu belleza va a matarme amor mio, eres la critura mas bella que alguna vez he conocido

-¿Quieres ayudarme a bajar?

-Claro, tu solo salta que yo te recojere

-¿Sabes que confio plenamente en ti no es asi?

Un juramento inquebrantableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora