Las Pesadillas De Un Chico Cualquiera

TRISTE AMANECER Part 2

"A pesar de saber tu pasado me arriesgue, lo hice como nunca antes lo había hecho, no me importo arrojarme a ese precipicio sin fin. Supe que en algún momento las cosas acabarían, ya que todo inicio posee un final, pero nadie inicia una relación con el objetivo de terminar"

Hay cosas que uno no puede cambiar en esta vida, una de ellas es el tiempo, este no se detiene, tampoco retrocede, solo avanza y queda seguir adelante, por eso tienes que estar seguro de con quién compartirás tu tiempo y de las cosas que harás.

Suelo despertar y preguntarme si toda esta pesadilla acabo, si solo era un sueño que se sintió tan real, pero al mirar a mi alrededor me doy cuenta que ya estoy despierto, que no era un sueño, era una realidad una de las más crudas y melancólicas por las cual tenía que pasar.

Después de haber finalizado el año me propuse que estarían en mi vida aquellas personas que realmente quisieran estar, no rogaría por nadie y no es por orgullo simplemente es por dignidad, realmente todo ha marchado bastante bien, no puedo diferir en eso, todas las noches hablo con la luna sobre lo triste que me siento al no tenerte en mi vida, y si ¡te he extrañado! Añoro por volverte a ver, así sea por pocos minutos, me cuestiono si hago bien al pensar así o simplemente tendría que cerrar de una vez ese capítulo y volver a comenzar una nueva historia, pero cuesta tanto cuando el escritor se ha apasionado por su personaje principal.

Después de mucho tiempo has tratado de volver abrir mis ventanas, pero siento que temes a que no te reciba, si supiera que siempre estoy detrás de ella esperando a que regreses para ayudarte abrirla. He decidió empezar a ceder ya que he visto tu interés nuevamente y es algo que me llena plenamente pues creo que esta vez las cosas marcharan mejor.

Verte nuevamente luego de una temporada tan larga me hizo sentir tan alegre, no cabe la felicidad que sentía que hasta por mis poros han llegado a brotar. Tú has comenzado la universidad y me siento muy feliz por ti, ya que era uno de tus sueños, me alegraba que estuvieras consiguiendo todo lo que querías y me gustaba verte feliz, pero sobre todo que lo estuvieras compartiendo conmigo. Recuerdo que prácticamente todas las mañana no veíamos antes irnos a nuestras respectivas universidades y al salir nos manteníamos en contacto para vernos nuevamente. Me gustaba tanto estar contigo, que tú me decías para vernos al siguiente día y desde ese momento mi corazón estallaba de emoción.

Recuerdo que días después de habernos visto tuve la oportunidad de hablar de lo que había pasado, en ese momento dije todo lo que guarde por tanto tiempo, tristeza, dolor, rabia, era un huracán de emociones que tenía reservado, para cuando se diera la oportunidad de hablar contigo y que supieras todo lo que había sufrido durante todo ese tiempo; tu solo escuchaste hasta el final, ese día sentí que me había liberado de un gran peso que no me dejaba avanzar, y me había mantenido estancado.

El tiempo siguió avanzando y seguíamos en lo nuestro (eso mismo me lo preguntaba yo) ¿qué era lo nuestro? ¿Cómo llamaríamos a esto que estábamos desarrollando?, me sentía desorientado pero también tenía miedo de preguntarte, y si no me gustaba la respuesta, así que decido obviar eso, hacer como si nada me pasaba, como si eso no me afectaba pero por dentro muchas veces me llegaba a destrozar no saber que era yo para ti, me causaba mucha tristeza y con tanto temor a tu respuesta.

De repente todo fue cambiando cada vez que te contaba algo se notaba el desinterés de tu parte, yo trataba de que todo marchara bien y decidí hablar para entender que era lo que sucedía y bueno tu respuesta fue - me aburre que siempre me tengas que estar contándome todo, y si no te escribo es porque no quiero hablar contigo- estas palabras marcaron el rumbo de muchas cosas , siendo otro decido dejar todo hasta ahí, pero bueno uno cuando está enamorado simplemente ignora muchas cosas, me molesto mucho que me trataras de esa manera y que dijeras cosa tan crueles que penetraran cada fisura que tenía mi corazón.