Capítulo cuatro❤.

62 7 4
                                    

Soy tan complicada si se trata de elegir ropa, bueno en realidad soy complicada para elegir cualquier cosa, tanto así que no sabía que ponerme y ya había revuelto todo mi armario; hasta que al final opté por un casual vestido celeste del mismo color que mis ojos y unas zapatillas bajas.

Sonó el timbre cuando yo recién estaba peinándome, me coloqué una diadema, cosa que suelo hacer seguido, y como mi cabello es liso me resulta sencillo, sin embargo, me encantaría tener ondas que pareciesen olas de mar.

Abrí la puerta y allí estaba Jarek, llevaba un pantalón negro y un buzo completamente blanco, se encontraba serio con pequeños mechones de cabello cubriendo un pedazo de su frente.

— Hola — dije jugando con mi cabello.

Lentamente se acercó sin decir nada y besó suavemente mi mejilla — Te ves preciosa —susurró muy cerca de mi oído.

— Gracias, tú también — sé que suelo decir esas palabras por educación, pero ésta vez era cierto, se lo veía fascinante.

Salimos, cerré la puerta y al girar me percaté de que Jarek se hallaba encima de una moto negra.

— Súbete pitufa — me encantaba que me dijese así —. ¿O acaso no alcanzas? — no me dio tiempo de articular ninguna palabra porque en ese instante se bajó y me agarró de la cintura alzándome con fuerza hasta dejarme sentada de lado en la moto, luego se subió él, hizo todo tan rápido y sin siquiera inmutarse que supuse que debía asistir al gimnasio.

— Y bueno ¿a dónde vamos? — me estaba matando la curiosidad.

— No preguntes, solo abrázame — tomó mis manos y las colocó alrededor de su cintura —. Muy fuerte — pidió mientras encendía la moto.

Apoyé mi cabeza en su espalda y se sentía tan bien que podría haber dormido cómodamente en aquella posición, no se oía nada más que el ruido de la moto y el canto de las aves, en lo que respecta a nuestras voces el silencio nos había ganado, pero si así se sentía perder quisiera que nos venciera más seguido; el viento hacía volar mi cabello y como lo tenía bastante largo, éste por ratos terminaba en el rostro del rubio mientras yo reprimía una risa.

— Betsy ya llegamos, ¿esperas que te baje? — Me hubiera gustado sin embargo no quería que pensara mal de mí por ello me lancé de una, pero para mi mala suerte resbalé y caí sentada en el suelo.

Mi vestido era acampanado y se alzó al momento de caer, no pude observar mi cara, seguramente estaba roja por lo ocurrido, primera salida e ir enseñando la ropa interior era una vergüenza terrible, aunque creo que no vio porque se bajó por el lado contrario y yo me cubrí rápidamente. Su rostro estaba sereno, no se notaban indicios de que fuera a reírse; en efecto no lo hizo, me extendió su mano y una vez más me levantó del suelo solo que de una manera diferente a la de hace unos minutos.

— Gracias — procedí a sacudirme el polvo, ya que en verano éste existía en exceso.

— No hay de que — dijo estacionando la moto cerca de unos arbustos.

El lugar se veía algo abandonado, no habían casas mucho menos edificios, y un lugar así de tranquilo no es fácil encontrarlo en Estados Unidos, un país donde siempre predominó el ruido y la tecnología.

Siendo estadunidense de nacimiento creí haberlo visto todo, pero de repente llegó Jarek a mostrarme aquello que nunca imaginé, a enseñarme lo que yo ignoraba, a reconstruir mis alas, simplemente llegó él con su as bajo la manga.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 28, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Caos de amor♡.Where stories live. Discover now