—¿Si, Lou? –preguntó el ojiverde inocentemente—

—Si me comeré esta sopa, pero... puedes... ¿quedarte? –Louis, preguntó casi con un hilo de voz. Harry pudo apreciar como sus mejillas se sonrojaban y deseo besarle como un loco en ese preciso momento—

—Claro que me quedaré... –decía, Harry mientras caminaba a la cama— Bueno, comer la sopa entonces...

—Bien, supongo que eso haré. –A regaña dientes, Louis se sentó de manera recta en la cama mientras Harry tomaba el plato entre sus manos, lo sostuvo mientras el ojizafiro comía cucharada por cucharada, fueron arduos minutos de silencio, solo se podía escuchar el sonido del contacto de cuchara-plato o de la garganta de Louis. Tal vez el corazón acelerado de Harry más su respiración profunda, luego de unos minutos, el plato estaba vacío y Louis recostado en su cama transpirando de calor—

—Uff la sopa me hizo acalorar... –reconocía el ojiazul—

—Lo sabía, por eso abrí la ventana... –Harry, decía mientras dejaba el plato en el velador—

—¿No vas a irte ahora, verdad? –preguntaba inocente el cabellos plumas. Harry pareció incluso escuchar la melodía de 'The Scientist' en su cabeza y no evitó sonreír—

—No, me quedaré contigo, ahora y siempre que lo desees –Louis sonrió ampliamente mientras se tapaba hasta sus labios con las sabanas. Harry tomó asiento en la orilla de la cama, pero el ojiazul negó con la intención de que el pelirulos se acostara junto a él, si, ellos parecían la cosa más adorable del mundo— ¿Listo para apagar la luz? –preguntó, Harry en voz baja mientras Louis colocaba su rostro en el pecho del ojiverde—

—Si... –respondió con un hilo de voz—

—Muy bien, hasta mañana Lou... –articuló besando la frente del ojiazul y este se estremeció ante el contacto—

—Hasta mañana... Harry.

No vamos a entrar en muchos detalles, porque Harry se quedó mirando las estrellas durante la noche; esas que se veían por el pequeño círculo de ventana que Louis tenía. El ojiazul cerró sus ojos, pero antes de que eso sucediera su mente se había re afirmado de tal manera que sus últimas tres palabras fueron con completa conciencia.

Para Harry la noche fue eterna, llena de pensamientos, llena de preguntas con respuestas y sobre todo completa de Louis, porque él no había vivido una cosa tan hermosa como dormir en los brazos de otra persona, la respiración pausada de Louis golpeando sobre su cuello, las piernas del ojiazul rosando las suyas, los pequeños manotazos poco controlables, las movidas pequeñas del cuerpo cálido a su lado incluso los insignificante ronquidos del ojizafiro le hicieron confirmarse mentalmente que de este hombre estaba completamente enamorado, posiblemente era un error, Louis tenía su vida armada y posiblemente Louis jamás le preferiría a él, pero ese era Louis, y él era otra cosa.





El gallo cantó como jamás lo había hecho antes, Louis lo pudo sentir, se removió en su lugar sintiendo el fuerte dolor muscular y un dolor en su garganta, tosió un poco y posteriormente abrió sus ojos quedando ciego por el rayo de luz que entraba por su ventana circular, cuando su vista poco después se acomodó a la claridad de la 'mañana' miró hacia su lado, había un gran espacio vacío, sin rastros de que alguien hubiera estado allí, salvo el olor que no se había movido hacia ninguna parte. Louis no pudo evitar oler el lado derecho de su almohada, recordaba que Harry estuvo con él allí y le abrazó, su corazón debatía si era lo correcto o no, pero no cuestiono nada más que su plena felicidad. Se sentó en su cama y de su puerta surgieron un par de golpecitos.

Summer in Tennesse  «l.s»Where stories live. Discover now