—No soy tú maestro ¿de qué estás hablando, Louis? –soltó, Harry preocupado y el ojiazul le miró para rodear sus brazos desnudos nuevamente por el cuello del ojiverde—

—Ya, lo sé, estoy actuando mal... pero en mi defensa debo decir, que me guiñó antes el ojo la semana pasada y le vi mirándome el culo... ¡no sea negador, eh! –articuló, Louis para acercar sus labios a los de Harry y este giró su rostro permitiendo así que Louis estrellara sus labios en su mejilla—

—Dejaré la toalla aquí para que te seques tu intimidad, estaré afuera... –respondió Harry serio. Dejó la toalla en las manos de Louis quién le miraba agonizante—

—Profesor... –susurraba, Louis con ojos de tristeza— No se vaya...

—Sécate, te espero a fuera. –Harry con un extraño malestar en su corazón salió del cuarto de baño. Fuera estaba Michelle esperándole con impaciencia—

—¿Y? ¿Cómo esta? ¿Reaccionó? –Preguntó la peliroja—

—Está bien, ha reaccionado... –Harry respondió mirando en dirección a la escalera— Su problema no es la fiebre o algún virus sureño... –explicaba el ojiverde y Michelle le quedó mirando sin comprender—

—El chico deliraba Harry, además se convulsionaba como... tu padre... –decía la peliroja—

—Sí, pero... es solo porque no vive del alcohol y supongo que ayer bebió lo suficiente como para... ya sabes, arder su cabeza... –Michelle alzó una de sus cejas—

—Bueno, si... bebió mucho ponche... anoche pero... no lo sé, no creo que ello sea lo que le causo esto...

—El no está acostumbrado al desorden, la parranda ni nada de eso, es más según lo que he estado escuchando, es que su último desorden fue en una fiesta... de un amiguito, no lo sé, entre otras cosas preocupantes, pero fuera de eso está bien... –Con estas palabras el ojiverde tranquilizo a Michelle, iba a decir una cosa más cuando Louis salió del cuarto de baño, con unos bóxer y una camisa de algodón. Michelle le sonrió alegrada de ver su estado 'normal'.

Pero todo cambió cuando en un impulso poco lógico 'racional' Louis se acercó a Harry colgándose de su cuello, muy sonriente.

—¿Qué tanto hablan el parcito? ¿No me estas poniendo los cuernos con esta, no? –preguntó, Louis mientras besaba la mejilla de Harry, quién no tardo en sonrojarse. Michelle no pudo evitar soltar una carcajada—

—Okay, creo que las cosas no están al cien... de todas maneras, iré a decir a la abuela que todo está bajo control... –pronunció, Michelle—

—Sí y por favor dile que prepare una sopa de espárrago creo que con eso Louis quedará a la perfección... –sugería, Harry y Michelle asintió para luego mirar divertida a Louis quién seguía perdido en los rulos de el ojiverde—

—Bien, me iré a decir a la abuela, nos estamos viendo... —decía la peliroja para partir—

—¿Por qué la abuela de ella está en nuestra casa? ¿Viene de vacaciones? –preguntó, Louis y Harry sonrió. Si quizás Louis estaba noqueado por su tomadera y probablemente el estrés que cargaba, pero esta actitud estaba derritiendo a Harry, rotundamente—

—Sí, están de vacaciones, vamos a la cama... –articuló, Harry mientras envolvía en sus brazos de Louis y subían juntos las escaleras—

—¿Y así me lo dices? ¡Que poco romántico! –Louis increpaba y Harry no evitó soltar una carcajada y rodear sus ojos. Cuando llegaron al cuarto, el ojiazul saltó a su cama miró con bellos ojos a Harry incitándole a que sucediera cualquier cosa— ¿No vienes? –preguntó—

Summer in Tennesse  «l.s»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora