Cambiando el futuro

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SHEMOVESAWAY: Hola chicos, perdón porque no respondí a sus comentarios de odio en el capitulo pasado pero es que no quería llenarla de spoilers y la historia me orilló a hacer lo que hice jajaja pero agradezco enormemente que hayan comentado 💕💕
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Todos se encontraban en un profundo silencio. Habían pasado varios días después del funeral de Simón. Ámbar se encontraba afuera de la mansión, en una de las terrazas que esta tenía. Estaba sentada mirando a las estrellas mientras el aire frio corría a través de su cuerpo. La chica apretó sus puños fuertemente. “No, por favor esto no puede estar pasando” eran las palabras que se repetía constantemente en su mente mientras sus lágrimas salían.

Mónica, la madre de Luna, había llamado a la familia de Simón para avisarles sobre lo ocurrido. Ámbar había escuchado como la madre del chico sollozaba descontrolada del otro lado de la línea sin poder creer lo que le había ocurrido a su hijo.

Ámbar sentía que iba a morirse ella también, y era justo lo que más deseaba hacer. Se preguntaba si al morir podría estar con su amado. Todos sus pensamientos variaban entre deseos y culpas.

Si tan sólo no hubiera ido  a buscar a su madrina. Si tan sólo no le hubiera llamado a Simón. Si tan sólo no hubiera aceptado ser su novia... Simón seguiría vivo.

-Ámbar, estabas aquí – La voz de Mónica se escuchó por detrás de su espalda. Todos los chicos del Roller estaban dentro de la mansión dando el pésame. Ámbar aprovechó un momento y salió a tomar aire. Lejos de las demás personas. Quería alejar a su mente de lo que estaba ocurriendo en esos momentos.

-Hola– respondió la chica mientras intentaba hacer el amago de una sonrisa. Aunque sus ojos hinchados le impedían que esa sonrisa le llegara a los ojos.

Mónica se acercó a Ámbar y se sentó a su lado tocando su espalda.

-Preparé pan tostado y jugo de naranja por si gustas. No has comido en todo el día – Mónica acercó la merienda y Ámbar suspiró nuevamente.

- No tengo hambre – Mónica asintió comprendiendo la situación. No iba a molestar a Ámbar. Aunque no podía entender por completo los sentimientos de la chica se daba una idea. Sabía que ella estaba completamente enamorada del amigo de su hija.

-Ámbar, no estás sola – Mónica abrazó a la rubia de una forma tan maternal que hizo estremecer a Ámbar. Realmente necesitaba un abrazo así. Ella abrió sus brazos y colocó su rostro en los hombros de la castaña abrazando con todas sus fuerzas a Mónica.

La mexicana comenzó a realizar pequeños circulos en la espalda de Ámbar tratando de tranquilizar a la chica. Aunque sabía que no era nada sencillo por la situación en la que estaban. Ambas pudieron sentir como otros brazos se unían a ellas en aquel momento. Ellas no se despegaron al momento, en su lugar disfrutaron aquella muestra de apoyo a la rubia. Al retirarse del abrazo, Ámbar observó a Luna de pie, junto a ellas con los ojos tan hinchados como los de ella por pasarse días enteros llorando.

Luna se sentó a un lado de la rubia colocando una manta sobre la espalda de Ámbar para cubrirla del frio que hacía esa noche. Aunque ya llevaba tiempo en Argentina y se había acostumbrado al frio, lo cierto es que esa noche prefería estar cubierta por un grueso sweater. Y al ver que Ámbar estaba afuera sufriendo la misma pena que ella, decidió que era mejor que igual que ella estuviera protegida por una sábana. Que calentara un poco la fría situación que estaban viviendo.

- Si él estuviera aquí, seguramente cantaría una canción para levantarnos el ánimo. – Luna mencionó haciendo que Ámbar soltara una suave sonrisa. La rubia sabía que eso era cierto, Simón era un chico que estaba enamorado de la música. Y la mejor forma en la que el animaba a las personas era dedicandole canciones. Mónica decidió dejar a las dos chicas solas para que pudieran hablar con mayor comodidad.

RESETWhere stories live. Discover now