–Mis superiores me han mandado hasta aquí para dejarte las cosas claras –Comenzó a explicar con calma cogiendo una silla y acercándola a la cama–, puedes seguir así y terminar en la carcel, o podemos hacer como que esto nunca ha ocurrido, terminas tu carrera y vuelves feliz a casa con tu novio.

–Y cuales se suponen que son los términos para conseguir salir de aquí con la segunda opción? –Dude bastante tenso y nervioso.

–Sabemos que no tienes ningún contacto con ninguna red de hakers, ellos te encontraron a ti, no tú a ellos, así que no tendrías que declarar en ningún juicio –Explicó sin responder realmente a mi pregunta.

–Te agradecería más que me dijeras las cosas claramente –Conteste dejando a un lado el documento.

–Trabajarás para el departamento de justicia, en la rama de investigación de crímenes y suicidios –Respondió tras escucharme hiendo directa al grano–, se está formando una nueva unidad de análisis de conducta y necesitan un buen informático, si firmas el contrato y lo cumples a rajatabla estoy segurísima de que no tendremos problemas.

–No se, yo... ni siquiera estoy tan seguro de que pueda hacer todo lo que ustedes van a pedir –Musité nada convencido con lo que me pedía.

–Si contactamos contigo es precisamente por que estamos seguros de que si –trató de convencerme soltando mi mano dejando que una enfermera entrara por la puerta–. Los crímenes de hoy desaparecerán completamente de tu historial, como advertencia, pero ten en cuenta lo que te he dicho, sino seguirán llegándote pedidos y cada vez estarás metido en cosas más problemáticas.

Acepté su tarjeta y me preparé para irme, podría hacer como que esto no había ocurrido delante de Tora y todo estaría bien.

O eso creía hasta que salí de urgencias y me encontré con Tora recibiendo la misma tarjeta que yo de la misma mujer.

Su mirada rápidamente dio a entender que no estaba contento.

La mujer nos llevó hasta la puerta de nuestro edificio y se fue tan rápido como había llegado.

–En que momento creíste que saltarte las leyes era buena idea!? –Espeto nada más cerró la puerta de casa–. A caso estás loco!?

–Yo no creía que estuviera saltándome tantas leyes importantes –Trate de defenderme sabiendo que eso no impediría su rabia.

–Ren! Cualquier ley es importante si no quieres terminar en la carcel! –Saltó quitándose la chaqueta y soltándola sobre el sofá– Que pretendías!? Era por el dinero!?

Solo pude negar con la cabeza.

–Entonces que!? Que te hizo empezar a ser un criminal!? –Grito consiguiendo que cayera de culo sobre la silla de mi escritorio donde estaba mi ordenador.

Pero con la impresión de ver que me levantaba la voz por primera vez en la vida me quede petrificado incapaz de decir ni hacer nada.

Simplemente me dolía ver cuan decepcionado había quedado, él! Que siempre tenía grandes expectativas de mí y esperaba que consiguieran superarlo todo con o sin su ayuda. Ahora supongo que se había dado cuenta de que eso no era verdad.

–Ren respóndeme! –Exigió dando un golpe sobre mi escritorio consiguiendo que reaccionara.

–Yo no quería esto! –Salte sin pensar levantando mis piernas pegándolas contra mi pecho como protección–. Solo quería hacer desparecer esa horrible noticia! No necesitaba que nadie más averiguara mi propia desgracia por un artículo de internet!

–Y esta era tu solución!? –Reprochó sin bajar ni un poco su nivel de cabreo.

–Siento haberte decepcionado! –Le grite de vuelta levantándome de la silla encerrándome en la habitación.

Fin (Yaoi/BL)Where stories live. Discover now