Rápidamente comenzó a frotar nuestros miembros con sus dos manos dejando que agarrara su trasero sintiéndolo casi como me lo había imaginado todo este tiempo, del tamaño exacto de mis manos y blandito para poder jugar con él.

Pero el juego duro poco, nos corrimos demasiado rápido para mi desgracia.

–Me gusta tu culo –Susurre a su oído sabiendo lo pegajosos que estábamos ahora mismo.

–Lo notó –Bromeo dejando que jugara con él un rato más.

Bueno, al menos en una cosa él tenía razón, yo no había hecho nada.

     *.    *.    *.    *.

Antes de darme cuenta llegaron también los exámenes de acceso a la universidad, todos nos presentamos igual de atacados de los nervios y nos fuimos a casa hablando lo justo y lo necesario.

Aunque yo aún me preguntaba que se suponía que hacía yo aquí, si no me cogían estaría bien, pero aún así no me quitaba los nervios de encima que me estaban provocando algo de mareos.

–Ren, te encuentras bien? –Preguntó Tora agarrándome por el brazo cuando sintió que me iba a caer.

–No –Conteste apoyándome en él.

Sin darme tiempo a reaccionar me subió sobre su espalda y me llevo a caballito hasta casa.

–Aún no me vas a decir que vas a hacer con la universidad –Musité como un peso muerto sobre su espalda.

–No –Contesto sin dudar.

–Yamato y Daiki se irán a vivir juntos, Riki se marchará casi a la otra punta del país, incluso Misaki se va a ir casi igual de lejos que Riki –Murmure empezando a sentir la depresión.

Todos tenían algo que hacer con sus vidas menos yo, y todos se irían lejos a conseguir un futuro menos yo.

–Nos seguiremos viendo durante los veranos –Trato de animarme sin tocar nada que le incumbiera a él–, y en algún momento terminaremos la universidad y todos regresaremos aquí.

Supongo que al tener tus ideas de futuro fijas era difícil entender mi posición, así que solo me callé lo que quedaba de camino y me hice el muerto hasta la entrega de notas la semana siguiente.

Mi sorpresa fue averiguar que me habían admitido en la mayoría de universidades que impartieran ingeniería informática.

–Te aceptaron en dónde querías? –Preguntó Yamato tras celebrar que tanto él como Daiki habían sido aceptados.

–Si –Respondieron todos menos yo.

La alegría estaba en aire para la mayoría, pero por mucho que yo consiguiera lo que pretendía ni de lejos estaba feliz o sentía que debía celebrarlo.

Sin que se dieran cuenta comencé mi camino a casa sin ellos, mis padres estuvieron igual de felices que todos, y yo seguía sin sentir nada al respecto, supongo que es lo que tenía que nada de esto era lo que quería hacer.

Tras encerrarme en mi habitación mientras mi madre pensaba en hacer un gran atracón de comida sentí llegar a Tora, no sabía de que estaban hablado, pero reconocía su voz casi a kilómetros.

–Se que estás ahí Ren, abre –Comentó tras haber intentando abrir mi puerta.

Pero no me sentí siquiera con fuerzas de responder algo.

–Ren, quiero hablar sobre la universidad, por favor –Insistió llamando a la puerta.

Resople cansado de todo y abrí la puerta armándome de valor para cortar esto de raíz dependiendo de lo que dijera.

Fin (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora