Todas las lunas no son de miel.

Capítulo 1

Finalmente hoy es el gran día, luego de un año con los preparativos, pruebas, prácticas, largas noches de desvelo, el día de mí boda está aquí.

»¡Por fin llegó!«

Me sentía muy nerviosa, tenía altas expectativas, mis amigas estaban en la misma habitación que yo alistándose, lucían realmente hermosas, con sus vestidos color rosa pastel. Trataba de respirar para no desmayarme o algo similar, los padres de Derek habían pasado a saludar unas horas antes, son dos personas increíbles y me hacen sentir parte de sus vidas y hoy me convertiré ¨oficialmente en su hija¨ recuerdo las palabras de mi suegra.

Respecto a mi prometido él es un hombre muy respetuoso, durante nuestra relación tuvimos altibajos, pero logramos superar cada obstáculo, me sentía muy feliz a su lado y gracias a su buen trabajo en la empresa de su padre, podíamos tener algunos lujos, algo a lo que sencillamente no estaba adaptada.

Fue con Derek que conocí restaurantes lujosos, detalles costosos, en fin, desde el principio de nuestra relación, ha sido muy detallista, pero no solo esto me enamoro de él, más que nada fue su manera de tratarme en todo momento, como si fuera lo más valioso para él, si lo quisiera podría tener a cualquier mujer, el solo se interesó en mí y eso era sencillamente magnífico su amor por mí y el respeto que me tenía.

Todos están felices y sonrientes, mi prometido es el hombre más perfecto que puede existir, de eso no tengo dudas, aún recuerdo cuando me pidió ser su esposa, fue tan perfecto e inesperado cumplíamos un año de novios.

Yo imagine que me obsequiaría algún detalle como una cadena, flores, peluches en fin detalles comunes, pues tan solo había pasado un año de habernos conocido y aunque era poco tiempo yo estaba enamorada ciegamente de él.

Mis pensamientos fueron errados, Derek decidió algo mejor, pedirme matrimonio mientras buceábamos en la isla de Margarita- Venezuela, un lugar mágico, realmente hermoso y lleno de personas muy cariñosas.

En definitiva el día más emocionante de mi vida por ahora fue ese, respecto a mi boda me inspire en la de la saga crepúsculo y me casare en un hermoso jardín, decorado con luces y flores por doquier.

Mi vestido es idéntico al de Isabela, hasta me maquille y peine como en ella. Pensándolo bien, no somos muy diferentes ambas tenemos el cabello castaño, tengo 18 años, somos delgadas y me casaré con mi primer amor.

Al llegar la hora de salir, tomó el brazo de mi amigo Roberto, quien me llevará al altar, mis padres murieron hace 10 años y él es lo más cercano a un hermano.

Además de ser el mejor amigo de Derek y mío, cando caminábamos por el pasillo repleto de flores sonreía nerviosa.

Al ver a Derek de pie frente al abogado que nos casaría, sentí las piernas como gelatina, se veía precioso en ese traje negro, hecho a la medida, su cabello negro azabache estaba despeinado y sus músculos lo hacían ver aún más sexi.

Mientras caminaba hacia el altar, mis seres queridos y los de él, estaban observándome, escuche varios elogios mientras caminaba, veía a mis amistades y me saludaban alegres. Pero entre todas las miradas la única que me importaba estaba frente a mí.

Esos ojos negros que me observaban fijamente, tan misterios y sensuales.

...

La ceremonia fue muy emotiva, derrame más de una lágrima, que de manera satisfactoria no arruinaron mi maquillaje.

Mi esposo estaba muy inquieto quería marcharse rápido y llegar al hotel, teníamos como 2 meses sin tener relaciones ya que así lo decidimos para que nuestra noche de bodas fuera especial.