Purgatorio Un Nuevo Comienzo

Capítulo 6: Los dos archivos

Después de casi dos horas por fin habíamos llegado a Detroit, en las calles había muchas personas corriendo de un lado a otro, buscando desesperadamente algo que comer, muy pocos eran los que sabían que el planeta estaba llegando a su fin. Una vez en Detroit nos encaminamos en busca del lugar donde vivía el amigo de Efraín, al parecer estaba en Garden City.

Al llegar a Garden City, nos encaminamos a Dawson Ave, una avenida muy poco transitada, llegamos a un pequeño y viejo edificio de 3 pisos de ladrillos rojos, con unos cuantos grafitis, estacionamos la motocicleta frente a la puerta.

-Aquí es niño, Dawson Ave N.97.-dijo Efraín.

-Vaya, que edificio tan viejo, esos ladrillos sí que son resistentes.-dije.

Mientras yo veía estupefacto el edificio de aproximadamente 200 años de antigüedad según calculó Efraín, el llamaba a la puerta.

Había un interfono con 3 timbres en la pared justo al lado izquierdo de la gran puerta de cristal con una agarradera color dorado, un timbre era para cada piso, Efraín tocó el timbre con el número 2. Segundos después una voz chillona de hombre salió de la pequeña bocina del interfono.

--¿Quien es? ¿Que buscan?--

Efraín dejó apretado un botón que se encontraba justo debajo de los 3 timbres y dijo.

-Vamos viejo, ábreme soy Singer.-

--¡Singer! ¡Adelante amigo, ahora mismo te abro la puerta!­­­--

Se escuchó un "Biip" y en ese momento Efraín empujó la agarradera dorada y la puerta se abrió.

-Sostén la puerta niño, iré por mi motocicleta, no quiero que alguien se la robe.-

Detuve la puerta en lo que Efraín caminaba con la motocicleta para meterla por la puerta de cristal.

Nos encontrábamos adentro del viejo edificio, la puerta de cristal se azotaba detrás de nosotros, Efraín siguío caminando con la motocicleta por un pequeño pasillo que había a la derecha a unos metros de la puerta de cristal, este pasillo te llevaba a un estacionamiento donde cabian tres autos, pero estaba totalmente vacío, solo había costales de cemento y unas cuantas latas de pintura.

-Cielos, que difícil fue pasar la motocicleta por aquel pasillo que es para las personas, pero me daba más flojera abrir el portón del estacionamiento, aparte está oxidado y es casi imposible de abrir.-dijo Efraín mientras le ponía la pata de cabra a su motocicleta. Efraín desamarró su maletín y lo cargó con la mano contraria al hombro que tenía herido. Regresamos por el mismo pasillo por donde Efraín cruzó con la motocicleta, de nuevo estábamos en el pasillo principal, caminamos recto durante unos segundos y encontramos una puerta con el número 1. Caminamos unos cuantos pasos más y había unas escaleras de piedra con un barandal de metal un poco oxidado, una vez arriba encontramos una puerta con el número 2 y justo alado otras escaleras que debían llevarte a la puerta número 3.

Efraín tocó la puerta de madera con los nudillos, segundos después se escuchaba que alguien detrás de aquella vieja puerta de madera quitaba muchos seguros. La puerta se abrió y se encontraba un anciano de apariencia fuerte de unos 70 años casi calvo, solo tenía un poco de cabello canoso alrededor de la cabeza, era muy bajito, usaba unos bifocales de montura de plástico color azul cerúleo.

-¡Singer! ¿Viejo amigo cómo estás? ¿Y qué te pasó en la frente?-dijo el anciano de la voz chillona.

-Es una larga historia.-dijo Efraín con una sonrisa.

El anciano le dio un fuerte abrazo a Efraín, luego me preguntó.

-¿Y tú cómo te llamas amigo?-dijo el anciano.