Como enamorarte con 36 preguntas.

Pregunta 1.

El día había comenzado, los pájaros cantaban y el  sol le daba en la cara a la pequeña Jo que esperaba el autobus escolar que la llevaría al colegio.

La parada estaba llena de chicos de la zona, algunos de grados más bajos, algunos de su mismo grado y otros de un grado más alto. 

Una vez que el autobus llegó subió a los empujones por los demás chicos, pero la molestia de ello se fue cuando vio a Paulo, sentado en uno de los últimos asientos, con los ojos cerrados mientras tenía sus auriculares puestos. Era una oportunidad genial para comenzar la operación 36 preguntas. 

—Buenos días, Paulo. —eso había sonado más formal de lo que esperaba. 

—Buenos días, Jo ¿Cómo estás? 

—Super bien, ¿Y tú?

—Muy bien, también. — luego de ello se hizo un silencio incómodo.

No podía tirar la primera pregunta así como así, no debía parecer una tonta queriendo preguntar algo, debía parecer interesante y bien formulada. 

Y así fue como Jo se la pasó toda la mañana tratando de encontrar el momento adecuado en el que debía acercarse a Paulo para preguntar. Y ese momento fue en el autobus nuevamente. Esta vez ella no se sentó al lado de él, él se sentó al lado de ella. 

Nerviosa como nunca se volteó a verlo y volvió a repetir la conversación de la mañana, pero en vez de dejar que el silencio incómodo se repitiera nuevamente decidió comenzar. 
Sacó su libreta con dibujos de flores, unicornios y dulces, abrió la pagina en la que había escrito cada una de las preguntas.

—Si te dieran la oportunidad de elegir a cualquier persona del mundo ¿A quién invitaría a cenar? — preguntó con un tono curioso. 

El chico confundido del por qué había soltado aquella pregunta, sólo se dignó a contestar.

—Déjame pensar... Creo que a mi mismo, digo, sería gracioso ver como es que me ve el resto de las personas al comer. 

Primera pregunta, un éxito.