Dentro del cristal

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-No morir es lo único que puedes hacer bien-dijo mirando al pez que decoraba la sala y la paciencia del gato-lo más emocionante que pasará en tu corta vida será cuando termine arrojándote al inodoro y con delicadeza y seriedad, para al menos mostrar un poco de respeto, bajar la palanca para verte dar vueltas sin que tu comprensión pueda consolarte y luego, arrojar rosas como muestra de respeto.

Cada día que regreso del trabajo te veo, ¡sí! te veo, te veo dando vueltas en tu claustofóbica pecera redonda-Continuó levantando cada vez más la voz-, mientras tú le bailas complaciente al gato yo me encuentro delante de una computadora en una claustofóbica oficina, entre tantos miles haciendo lo mismo.

¡Oh! mi gran nadador Silver, me gustaría ser yo quien se encuentre en tu lugar. Tus elegantes nados no demuestran ningún fastidio, aunque sé que en el fondo deseas nadar en un acuario enorme y colorido (aunque hicieras exactamente lo mismo aquí que allá). Eres tan inútil y tan aburrido que me cuesta aceptar que te admiro, como igual lo hace el gato. -soltando un suspiro de tristeza que había sido inhalado con cierto enojo, tomó la pecera y se quedó observando dentro del cristal -No lo comprendes, no, no comprendes nada, ni tu propia existencia, ni mi dolor de diario, ¿crees que es fácil alimentarte cada día con tu maldita comida cuando ni siquiera puedo hacerlo conmigo mismo?, ¿desearás acaso compañía de tu misma especie tanto como yo lo hago? El ronroneo del gato no es lo suficientemente alto como para calmar las voces de soledad y tristeza.

Lo tengo todo preparado, ya hasta compré las rosas que nos serán obsequiadas cuando esto al fin haya terminado, tal y como lo especifiqué en mi último escrito. He dejado la ventana abierta para que el gato se libere. No te impacientes que nosotros también nos liberaremos pero de una forma... un tanto distinta-finalizando sus últimas palabras se dirigió hacia el baño con la pecera en la mano, un puño de rosas en la otra y una calibre en el bolsillo en donde también se encontraba una pequeña carta. Cerró la puerta y el silencio invadió todo el departamento después de que la palanca bajara para ser callada con un fuerte disparo-. 

 

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Dentro del cristalWhere stories live. Discover now