Be My Light [BNHA] [Shinsou Hitoshi x Lectora]

Capítulo 10

Se acurrucó contra el hueco del árbol que de momento le brindaba protección, de lejos podía oír el sonido de ladridos y voces masculinas. Estuvo allí no sabe cuánto tiempo, siendo consolado por un grillo que no dejaba de cantar y el brillo de las estrellas que anteriormente admiraba con su madre. 

El aire está inundando de aroma a ceniza y a madera quemada. Sabe que no muy lejos de allí, el laboratorio ardía igual que una antorcha iluminando la oscuridad de la noche. No puede saber con exactitud qué es lo que sucedió y no quiere averiguarlo tampoco. 

En cierto momento, debido al estres, la ansiedad, las lágrimas y el miedo, Shinsou cayó dormido. 

—«Oye, ¿crees que está muerto?» —el murmullo llegó a sus orejas.

Al abrir los ojos, cruzó mirada directamente con un felino. De orejas caídas, pelaje manchado y nariz rosada. Posee unos cálidos ojos color miel. 

Shinsou soltó una exhalación con los sentidos alerta y la cola esponjosa erizada. La situación que sobrepasó a la noche le llegó como un baldazo de agua fría. El felino se alejó con lentitud del asustado niño, con la cola blanca bailando detrás de él. 

—«¿Que le sucede? ¿Nunca vio un gato o que rayos?» —tiene voz rasposa, como la de un anciano. La voz de alguien que vivió demasiadas cosas.

En su campo de visión apareció otro de pelaje gris y ojos almendrados, por donde lo vea es hermoso y elegante. Observó a Shinsou con las orejas erguidas, antes de sentarse sobre sus patas traseras. El cabellos violáceos salió de su escondite con suma lentitud, temiendo recibir un arañazo en el rostro si hacia algun movimiento brusco.

—«Niño» —comenzó, voz gruesa y poderosa—. «¿Puedes entender lo que estamos diciendo?»

—«Cenizo se que tienes una afición por los niños humanos pero es imposible que pueda entender–» —guardó silencio cuando las orejas del híbrido se movieron—. «Oh, pobrecillo. Debe ser del laboratorio»

Cenizo sacudió los bigotes y volvió a insistir con la pregunta.

Hitoshi asintió con la cabeza, de forma tímida. Le gustaría sentirse asustado como una persona normal, pero no puede evitar sentir esta situación aliviante. 

—«Mi nombre es Cenizo, el líder del campamento, ¿quieres venir con nosotros?»

—«¡Oi, Cenizo!»

El líder soltó un ronroneo. —«Necesitamos pulgares, y parece ser que estas solo»

Ante el comentario, la mirada del niño se ensombreció a la vez que ligeras lágrimas amenazaban con salir. Shinsou se acuclillo frente de los gatos, el rostro escondido entre las piernas. Es verdad, esta solo. 

Sintió una caricia, Cenizo estaba parado sobre sus dos patas traseras, las delanteras apoyadas sobre las rodillas del híbrido mientras estiraba el cuello, ronroneando contra el rostro del cabellos violáceos. 

—Conozco a alguien que cuidará bien de ti, cachorro humano.