—¿A dónde vamos Harry? –Preguntó Louis, mientras acercaba sus labios al oído del ojiverde. Harry no pudo evitar morder su labio sonriente, esta era sin duda hasta el momento una de sus mejores noches—

—Vamos a un lugar especial... confía en mí. –articulaba Harry, entretanto se movía sobre su caballo.

Louis se aferró un poco más a él, y luego de unos minutos llegaron a lo que antiguamente Louis conocía como pantano, sonrió ampliamente ante lo que sus ojos veían, un tanque precioso bañado por la luz de la luna y las estrellas, las flores escondidas pero mostrando en sí su color. Harry bajó de su caballo y ayudó a Louis a bajar, le tomó por la cintura y se apego "sin querer" al cuerpo de su primo, mientras este descendía del caballo. Louis le quedó mirando y luego bajo su rostro. El ojiverde comprendió que debía detenerse.

—Es muy bello este lugar... –pronunció el ojiazul mientras se apartaba de Harry y miraba con admiración aquel paisaje, era maravilloso

—Es bello y especial, es mi lugar favorito. –explicaba Harry mientras sacaba de su bolso el pequeño termo con café que traía—

—¿Lo es? –Preguntó Louis, mientras giraba su rostro para ver a su primo que se sentaba en la clara arena que se apartaba del verde pasto—

—Sí, lo es, siempre lo ha sido... –Harry respondió para luego beber de su termo—

—Yo conocí este lugar cuando era un pantano... –contaba Louis entretanto se acercaba al tanque y tocaba el agua que maravillosamente estaba tibia— Oh el agua esta fenomenal...

—También yo, aquí conocí a la única chica que me ha gustado en mi vida. –Articuló Harry mientras soltaba una carcajada. Louis se puso de pie y mientras se secaba su mano en sus Jeans caminó hacia donde estaba Harry, en una distancia prudente se sentó, quedando junto al ruloso—

—¿Cómo estas tan seguro de que... solo te gustan los hombres? –soltó Louis y Harry rápidamente volteó su rostro hacia el de su primo, ahí tenía la respuesta, frente a él, pero no iba a decir aquello, Louis lo odiaría

—He visto a muchas chicas... –contó Harry mientras bebía del termo— Incluso me he acostado con un par...

—Wow... pensé que tú... no... nunca...

—Por supuesto que sí, y es agradable... –El ojiverde cambió de lugar esta vez quedando de frente con Louis— Pero... no tienen... ese... aroma cegador masculino, o una polla a la cual besar. –carcajeó Harry y Louis sonrió falsamente ante el comentario de su primo, su rostro se tornó rosa—

—Entonces... doy por hecho que ya... te has... acostado con algún... hombre. –No pensó que le costaría tanto decir algo así, o que realmente él estuviera hablando de 'este' tema con su primo—

—No, no me he acostado con ningún hombre. —Louis se sorprendió ante aquella confesión, se sintió extrañamente aliviado y feliz, estaba siendo patético—

—Oh... –pronunció el ojiazul— Entonces... como... puedes, eh... comparar... es decir como...

—No me excito viendo tetas, no sé, una vez estaba viendo el polo con mi papá, y apareció un corredor joven de unos veinte años, yo era un mocoso de dieciséis y para esa edad ya la había colocado en un coño... –Louis tenía su rostro apunto de erupcionar, Harry era muy... poco sutil para decir las cosas y eso le perturbaba y gustaba— y estaba con toda la edad del ganso y... nada, cuando vi al muchacho cabalgar con esos lindos pantalones blancos apretados que mostraron su muy bonito culo, mi polla se endureció en menos de un segundo. –Louis miró hacia el tanque, el no estaba hablando esto con su primo, por dios— Así que... fui al baño sin que papá lo notara, me bajé mis jeans sucios, me mire la polla, y cielos, era un mocoso pero parecía caballo, déjame decirte.

Summer in Tennesse  «l.s»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora