Cap. 35

652 31 10
                                    

-ALICIA-

-Ecko- Estaba al borde de las lagrimas, le iban a disparar- NO- Grité llorando al ver como su cuerpo se desvanecía y el asesino desaparecía- Ecko- Susurré corriendo hacia él para levantarlo pero no podía, no tenía las fuerzas suficientes.

Ahí me encontraba, llorando en mi habitación por Ecko.

-Nonononono- Dije mientras sentía que su corazón no latía más- Matías, ¿POR QUÉ?- Grité en llanto, no podía creer lo que estaba pasando- No- Le acaricié la mejilla y lo acerqué a mí para abrazarlo- Matías, no puede ser- Lloraba con los ojos cerrados mientras sentía su cabeza en mi hombro.

-Ya está muerto.

Saqué mi celular y llamé a todos los chicos. Llegaron y vieron la escena, Lit empezó a llorar y después todos estábamos llorando, yo todavía no lo soltaba y no lo pensaba hacer.

-Ecko, no podés estar muerto- Dijo Duki con lagrimas en los ojos.

-¿Qué vamos a hacer ahora?- Dijo Lit con la voz entrecortada, Paulo no estaba, él está en el hospital.

-No sé- Susurré volviendo a llorar, quería desahogarme- MATÍAAAS- Grité, fue lo que pude hacer para desahogarme.

-MATÍAAS- Me desperté de golpe mientras lloraba, mirando cómo Ecko se levantaba asustado mirándome.

-¿Qué pasó?- Dijo con voz ronca.

-No, nada- Suspiré y lloré, Ecko me acercó a él y escondí mi rostro en su pecho.

-¿Pesadillas?- Me preguntó tomándome de las mejillas.

-Mjum- Asentí limpiándome las lagrimas- Fue muy feo.

-¿Qué soñaste?- Me miró profundamente tomándome de las manos.

-Que... que te morías- Volví a llorar y me abrazó de nuevo.

-Tranquila beba- Me acariciaba la espalda mientras no dejaba de darme besos en la cabeza.

-Es que fue horrible- Me separé de él mirándolo.

Y sin esperarlo... me besó.

Tanto tiempo que no sentía sus labios sobre los míos.

Nos separamos, quise decir algo y me interrumpió.

-Sé que no debí besarte, lo sé, pero... sigo extrañando tus labios- Me susurró.

-Yo... tienes novia- Susurré mirando hacia sus manos.

-Lo sé, perdón, no lo pude evitar, total, sólo es un chape namás- Se encogió de hombros y asentí.

-Hey, tenemos que ir al hospital- Me levanté para ponerme mis zapatos y Ecko hizo lo mismo.

(...)

-Hora de visitas- Dijo la enfermera que me guió para ir a ver a Paulo.

-Hola- Me acerqué para hablarle y me saludó- ¿Podrías hacerme un favor?- Sonreí nerviosa.

-Decíme- Dijo la enfermera.

-¿Puedo entrar con él?- Me refería a Mati.

-Sólo puede entrar una persona, es el reglamento de las visitas.

-Por favoooor- Le rogué susurrando.

-Está bien, corran o nos descubrirán- Sonrió la enfermera mientras nos mezclábamos entre la gente que visitaba a los internados, tomé a Ecko de la mano y nos escabullimos para subir al elevador, llegamos al largo pasillo y fuimos a la habitación donde se encontraba Paulo.

Te Amo (Paulo Londra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora