—¿Qué? –Soltó Louis sin poder creerlo— No, de ninguna manera, estoy bien así... por dios, no voy a...

—¿Qué tiene que te la pongas? ¿Te da impresión porque es vieja y usada? –Decía Liss provocando un sentimiento no muy agradable en Louis— ¿O en la ciudad ese tipo de cosas no se hacen entre la familia?...

—Abuela... —el ojiazul susurró— No es... eso, yo...

—¿Tú qué Louis? Me dijiste que seguías siendo el mismo, cuando pequeño todos mis nietos compartían la ropa... ahora estas aquí y la necesitas, tienes la oportunidad, la tomas o la dejas. ¿lo harás? –Presionó.

Entonces Louis cerró sus ojos fuertemente, su abuela tenía la razón.






—No puedo creer que esté haciendo esto... –decía el ojiazul mientras abría las cajas del sótano—

—No puedo creer que esté acompañándole, cuando podría estar chismeando con mis amigas... –respondía Cler, ayudando a Louis a hurguetear en las cajas— ¡y todo por no ir a esa tonta escuela de verano!

—¿Cómo sabes que no te gusta? No has ido... –Louis contestó mientras veía unas camisas verdes a cuadro—

—Solo porque lo sé, no es difícil saber qué es lo tuyo o no... Dime una cosa ¿te gusta esa camisa? –Preguntó la nena—

—Eh... ¿si? –Respondió Louis—

—¡Ves! es todo, ¡no hay más! Ni siquiera te la has puesto y quizás cuando lo hagas te verás realmente mal. –la chica decía mientras soltaba una carcajada— Pero sin embargo la encuentras linda. Eso me sucede, vi la escuela y no me gusto...es horrible.

—Vaya, ese si es un argumento. –Pronunció el ojiazul mientras tomaba la camisa y se la colocaba—

—Soy muy achentiva.. –contestó—

—Lo dices mal... –corregía Louis mirándola— Se dice "asertiva" ¿comprendes?

—Claro que entiende, es míster cerebro... –decía una voz bastante familiar.

Louis y Cler miraron hacia la escalera, Harry venía bajando luciendo unos bellos pantalones negros, botines cafés y una sudadera blanca.

—¡Harry! –Exclamó Cler para correr a los brazos de su primo. Este la tomó y le besó la mejilla—

—¿Cómo estas cerebrito? –preguntó dulcemente Harry. Louis se sonrojó el estaba hurgueteando en la ropa vieja de quien sabe qué persona y Harry estaba allí viendo aquello—

—Bien, no fui a la tonta escuela de verano y la abuela me mandó en castigo a ordenar mi cama, aprender las matemáticas y ser la guardaespaldas del primo Louis... –Cler lo decía mientras hacia un puchero adorable a Harry. Este la abrazo mucho más fuerte y luego la bajo—

—Bueno, puedes ir a jugar solo un momento, no creo que la abuela lo sepa... a menos que... –Harry miró a Louis— que al primo Louis se le salga...

—Oh no, no... No ¡no me metan en sus mentiras! –Louis respondió, mientras negaba con sus manos— No, no...

—Oh ¡por favor Louis! ¡Prometo nunca más reírme de tu trasero dotado! –prometía la chica y Louis abrió grandemente sus ojos. El rubor le apareció una vez más y vio como Harry se reía por lo bajo—

—¡Esta bien! –Exclamó Louis— Ya está, pero si la abuela te ve, le diré que no tengo que ver en esto.

—¡De acuerdo! –Decía la niña para darle un beso en la mejilla a Louis y subir rápidamente por las escaleras para salir del sótano—

Summer in Tennesse  «l.s»Where stories live. Discover now