El tiempo marchita el brillo de su encanto.
La luz tiñe el lienzo de un oscuro blanco.
Aunque crezca y la vida se me escurra entre los dedos, no me abandones.
Aunque me arrugue y ya no distinga lo dulce de lo salado en los olores...
Musa, espero que me perdones.
Quédate
El tiempo marchita el brillo de su encanto.
La luz tiñe el lienzo de un oscuro blanco.
Aunque crezca y la vida se me escurra entre los dedos, no me abandones.
Aunque me arrugue y ya no distinga lo dulce de lo salado en los olores...
Musa, espero que me perdones.