G.R.A.E

55 1 0
                                    

Todos conocen el término "Engañar a la muerte": es cuando escapas del final de tu vida, de la crueldad que implica o del terror en sí mismo. Pero todos saben que algún día la Muerte te va a atrapar. Algunas personas pueden evadirla por largo tiempo mientras que otras no tienen tanta suerte. Una vez engañé a la Muerte, y no me ha atrapado... hasta ahora. Antes de que muriera; antes de que me atrapara, quería que la gente supiera de esta historia. Sí, su historia, no la mía. Esta historia no es sobre mí. Es sobre un hombre joven que viviría cientos de veces más que yo. Yo moriría pronto y también mi historia. Él sólo se desvanecería al punto que nadie lo recordara. Así que para mantener su historia viva, te diré todo lo que me dijo. Como dije antes, yo, junto con algunos otros, habíamos engañado a la Muerte, pero, ¿qué si la Muerte te engaña? ¿Entonces qué? ¿Qué pasa si la Muerte obtiene lo mejor de ti al final?

...

En el norte de Washington, un hombre joven de aproximadamente 19 años llamado Lyle cayó enfermo en leucemia mieloide aguda. Un cáncer que trabaja peligrosamente y afecta la sangre en el cuerpo. Ya no tenía mucho que vivir. Escuchando constantemente el dolor de su familia, rogó piedad a Dios. Le rogó y lloró al punto de hacer su vida un poco más larga. Quería ser capaz de quedarse con su familia; tranquilizar su vida y hacer valer cada segundo. No obstante, eso nunca iba a pasar...

Mas o menos un mes después, el hombre estaba al borde de la muerte. Lyle pasó dentro y fuera de su conciencia una noche. Luchaba bastante para seguir vivo y no respirar su último aliento. Perdiendo su energía, fue presa de su asesino. Bueno, casi.

"¿Qué tenemos aquí?" Una voz profunda, rasposa y muy fría sonó de un hombre desconocido. "Parece que tu pequeña enfermedad está obteniendo lo mejor de ti".

Lyle abrió sus ojos ligeramente para ver una figura cernida sobre él. El hombre usaba un traje negro, zapatos de vestir negros, una camisa gris oscura con un pañuelo blanco, y un cuervo color azabache que protegía sus ojos. El hombre giró un bastón lujoso que tenía una joya azul en el extremo de su mano. Una enervante sonrisa burlona se deslizó por el rostro del hombre.

"¿Quién... eres?" preguntó Lyle.

"Originalmente, vine para matarte--.. pardon me... Lo que quiero decir es que soy tu salvador... de... clase. He venido aquí para terminar tu agonizante tormento. Pero después de escuchar tus constantes súplicas, no te pude ayudar por tus patéticos rezos." El misterioso hombre se explicó. Tenía una apariencia desinteresada como si estar ahí fuera una pérdida de tiempo. Lyle estaba confundido y desconcertado. Un montón de preguntas daban vueltas en su cabeza. ¿Quién era ese hombre? ¿Qué quería?

"Entiendo que no quieres morir, ¿qué harías si te dijera que puedo hacer que vivas por siempre? ¿Lo aceptarías? Sé que estás muriendo por ver a tu familia otra vez -- sin juego de palabras," dijo con un rostro sin expresión. Él nunca dio ni una ligera sonrisa por la broma que hizo. El hombre se acercó más al oído del chico. "Si te diera la oportunidad de vivir, ¿qué me darías a cambio? No es nada de grandes proporciones, claro. Es ojo por ojo per se".

"¿Puedes... salvarme? ¡¿En serio?!" Lyle abrió sus ojos lo más que pudo por la sorpresa.

El hombre pudo ver que Lyle estaba interesado en lo que había dicho y persiguió su objetivo, "Te daré tu vida... si... me das tu alma; tu cuerpo. Que tu vida me pertenezca y puedo hacer que se cumpla tu deseo. Hacer un pacto con el diablo, como los demás idiotas lo hicieron. Ten en cuenta que no podrás cancelar el trato una vez que hayas firmado."

Con el chasquido de sus dedos, un lienzo blanco con una cinta roja apareció de unas llamas azules. El hombre tomó la cinta y la deslizó hacia abajo. Se enrolló a si misma y el contrato apareció. Al lado del papel, la pluma de un cuervo levitaba en el aire. El joven miró la letra cursiva del contrato, pero fue interrumpido.

crepypastas (historias reales)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz