I. Recuerdos y Olvido.

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Silencio. Había mucho más silencio del que estaba acostumbrada, y aunque no le molestaba tampoco era que le agradara del todo. Reisi, junto a una gran parte del Scepter 4, salieron a cumplir con su deber, y ella, como ese día no tenía clases en el instituto, se quedó en la oficina del capitán puesto que era lo suficientemente madura como para cuidar de si misma. Estando sola en ese lugar, sin ningún medio de distracción, comenzó a jugar con las canicas rojas que contrarrestaban su pálida piel.

Tomó la canica entre su dedo pulgar y anular, ahora viendo el mundo a través de ella. En su rostro naturalmente inexpresivo, abrió los ojos como platos, pues grande fue su sorpresa al contemplar acercándose un aura de un tenue pero hermoso rojo a su parecer. Reconocería a esa persona donde fuera, por lo que fue normal que se cuestionara su repentina visita a las instalaciones de Scepter  4; la impresiono a la vez que le dio curiosidad, más a sabiendas de lo que opinaba el pelinegro de su clan y todo lo relacionado a el.

Guardo la canica en un bolsillo de su vestido, se levantó del asiento de Munakata con elegancia y la frente en alto a enfrentar a la persona que dentro de unos minutos atravesaría los dominios de su rey.

Al pasar por el pasillo que llevaba a la entrada principal del lugar todos los soldados de azul que la miraban hacían una reverencia, demostrando el gran respeto que sentían ante la segunda al mando y mano derecha del rey. Las puertas fueron abiertas ante ella sin tener que pedirlo, justo a tiempo para la llegada del invitado especial de aquel día.

Particularmente, a pesar del tiempo que había pasado desde la última vez que le había visto, no había cambiado nada además de la forma en la que peinaba su pelo y que creció unos cuantos centímetros más, aunque a pesar de todo, su típico semblante de molestia hacia todo se mantenía tan intacto como hace unos cuantos años.

—Saruhiko. —Dijo a modo de saludo, aún pareciendo una muñeca sin expresión.

—Tsk… —Chasqueo la lengua con el ceño fruncido—. Anna…

Hubo más silencio. El mayor sabía que la contraria esperaba el motivo por el cual él estaba allí, no hacía falta que ella le dijera, desde que la conocía siempre había sido así, no decía más de lo necesario; Aunque esto a veces dependía de con quien se encontrara.

—Los de Jungle han tratado de atacar a Totsuka. Supongo que los azules han ido a ver el asunto, ¿No? —Entonces, desvió su mirada a alguna parte del cielo, como si eso le ayudara a argumentar o a la hora de pensar—. Tsk, me parece una pérdida de tiempo, solo eran unos chicos de rango E por lo que he podido ver en sus PDA’s, pero de todas formas se me ha ordenado venir a informar.

—Tatara… ¿Está bien? —Cuestionó reflejando preocupación en sus ojos.

—Sí. —Se limitó a decir volviendo la mirada hacia la peliblanca—. Además… —Agregó—. Totsuka y los demás se preguntan cómo estas y como te va aquí.

—Estoy bien. Scepter es más agradable desde la llegada de Reisi.

Fushimi hizo un sonido en entendimiento. Anna lo miro por unos segundos, y solo eso hizo falta para ver a través de él las verdaderas intenciones por las que acepto acercarse allí a pesar del pequeño rencor que sentía hacia los de su clan.

—Misaki está bien. Parece estar feliz aquí. —Admite generando un escalofrío al de ojos zafiro.

Vuelve a desviar la mirada, sus hombros se tensan, aprieta los puños a sus costados. A ojos de Anna, Saruhiko siempre ha sido el más transparente de todos los integrantes de Homra, muy a pesar de que para todos el descifrar como se siente les parece complicado, para ella es tan fácil como tan solo admirar sus gestos y hacer caso omiso de sus palabras.

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⏰ Last updated: Aug 09, 2018 ⏰

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【Blue Heart】 Sarumi || K project AUWhere stories live. Discover now