1. Tenemos que pelear.

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Adam

Observo mi alrededor, pero la verdad es que ya no que nada, solo puedo ver destrozos y las cenizas del bosque en el que estoy desde que nací, es tal la magnitud del destrozo que por un momento me pregunto si esto tiene que ver como mi control sobre el clima de aquí, pero no, es imposible.

Solo quedaron los vestigios de una ciudad en llamas, y con un virus mortal. ¿Quién fue el que trajo al virus en tan solo un día? Los sobrevivientes intentan levantarse de entre las cenizas y escombros, al menos los pocos humanos y lobos, todos estamos en una zona boscosa de Whittier, no tenemos un rumbo fijo y no sabemos el por qué terminamos ocultos entre los árboles.

Cuando finalmente encontramos el rumbo a Whittier, como si algo nos tirara directamente al pueblo, vimos la destrucción causada por las revueltas y el virus. Lo sentía en el aire, ya no había más intrusos ni impostores, lo sabía. Pero tampoco estaba su Luna.

Y todo cobró sentido cuando vi al amor de mi vida irse directamente en dirección contraria a la mía, bastante cerca del puente que separaba al pueblo del resto del mundo.

Me habían hechizado, y estaba seguro de quién fue. Y no solo a mí.

Nunca noté mi inconsciencia sobre todo lo que hacía hasta que me quedé completamente quieto, con personas muertas frente a mí por mi culpa, por no lograr protegerlas como debía. No solo le había fallado a Alaska, le había fallado a todo Whittier.

Y lo peor de todo es que cuando vi a Alaska por última vez alejándose en un auto entre la niebla, supe que algo se había roto, y no estaba seguro de poderlo arreglar, pero sus ojos ya me habían dejado muy en claro que no me quería cerca.

Después de tener que matar a los últimos infectados, comencé a buscar a los sobrevivientes de todo esto, si acaso llegábamos a 100 personas, entre ellas, estaban Marissa y su novia, Johana, Aaron, el padre de Alaska, Selene y Diego.

Estos últimos tres habían formado parte del engaño que nos hicieron creer las Forjadoras, todos salimos de nuestro trance demasiado tarde. No tuvimos la fuerza de voluntad para proteger a todos a tiempo, y me odiaré el tiempo que sea necesario hasta poder darles seguridad de nuevo a todos.

Nunca notamos en qué momento sucedió todo esto, al parecer estaba perfectamente planificado, tanto que comenzaba a preguntarme si el que Alaska escapara era planeado o no. La primera en caer fue Selene, no sé cuándo fue que las Forjadoras la acorralaron en su casa y de ahí desapareció al igual que yo días después, nunca lo pude notar porque Alaska no visitó su casa y yo estuve demasiado ocupado como para hacerlo. Y, por último, fue Diego, él tenía más recuerdos de lo último que le sucedió porque era muy reciente. Pero al final de cuentas, a todos nos alejaron de lo que realmente le estaban haciendo a Alaska. Crearon la perfecta distracción y uno por uno, las personas que les parecían un estorbo en su objetivo las eliminaron a su modo, quitando cualquier posibilidad de ser descubiertas.

Se metían en tu mente como invasores, como una plaga, y ya no tenías control sobre ti. Era bastante parecido a estar dormido y tener el mismo sueño una y otra vez, aunque a veces era como tener la mente en blanco, no había presente ni futuro, mucho menos recuerdos. Y claramente imposible salir de él a menos que ellas lo quisieran.

Decidí entrar a lo poco que quedó de los laboratorios e investigar qué había pasado para que Alaska lograra escaparse, uno de los pocos científicos que sí sobrevivió escondido aquí me señaló cuál era la cámara de contención donde tenían a Alaska, me sorprendí al encontrar varios tubos y máquinas que no eran... necesariamente para humanos, o lobos. Ni siquiera comprendo para qué tipo de especie eran aquellos tubos, pero por la sangre y el olor de Alaska asumí que los introdujeron en su cuerpo, ¿cómo es que soportaba tener tubos tan gruesos enterrados? También se encontraban cables y tubos delgados, pero lo más sorprendente era que parecían estar quemados por sobrecarga de energía. ¿Se habían atrevido a electrocutarla al grado de quemarlo todo? Aunque no debería de sorprenderme en absoluto después de todo lo que hicieron, lo que no entendía es cómo Alaska siendo humana soportó tales cargas sin morir.

Alaska: RegeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora