Capítulo 1: El hombre de las botas negras

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Aún recuerdo cómo comenzó, era un día jueves estaba muy tranquilo cosa que no es normal en estos tiempos. Estaba tendido en el piso detrás de una cantina ya abandonada que ahora utilizaban cómo enfermería para aquellos soldados que aún combatían contra nosotros por la comida y los recursos naturales, había una pequeña ventana sucia justo arriba de mi cabeza, di un salto para ver a través de ella.

Me apoye con mis antebrazos de la pequeña saliente que había en la ventana y observe a muchos soldados con heridas muy graves. Aunque aquellos soldados eran nuestros enemigos no podía dejar de sentir lastima por ellos, a mi nunca me había gustado la violencia, mi madre y mi padre fueron grandes defensores de los seres vivos. Me enseñaron que, aunque tengas más fuerza que alguien, no te da derecho a aprovecharte de eso.

Todos somos humanos, deberíamos ayudarnos entre todos y así buscar una solución. Pero para los "Elite" no era así, toda persona de bajos recursos era un enemigo más. Quieren que todos los pocos recursos naturales que quedan sean de ellos, es por eso que nos están buscando.

-¡Hey, tú! -

Inmediatamente di un salto para bajarme de ahí y observe a un soldado que me apuntaba, logre lanzarme detrás de un gigante contenedor de basura para protegerme de los disparos.

El sudor escurría por mi mejilla y las manos me temblaban. Bajé mi cabeza y las puse entre mis piernas, con mis manos cubría mi cabeza. Era el fin para mí. En ese momento escuché el ruido de un poderoso motor, levanté la cabeza y vi a un hombre fuerte con una venda en el hombro. Era delgado y fuerte, tenía una cicatriz en la mejilla derecha, cabello corto de color negro, vestía unas botas negras ya muy gastadas, jeans rotos y una camisa de cuadros roja con gris y una playera blanca y sucia con sangre a causa de la herida del hombro. Sacó una escopeta recortada del maletín de piel café que llevaba amarrado en la parte lateral trasera de la motocicleta, era una hermosa Harley-Davidson negra con una calcomanía en el deposito de gasolina que decía "Podemos Ganar".

Dió un disparo y el sonido de la metralleta del soldado dejo de sonar. Asomé la cabeza y el soldado estaba tirado con una gran herida en el estómago gritando del dolor. Me quedé paralizado viendo el cuerpo del soldado, en ese momento el hombre de la motocicleta me gritó.

-¡Niño! ¿Vienes o no? Antes de que sus compañeros salgan de la enfermería y vengan por nosotros.-

Extendió su brazo hacia mí para ayudarme a levantar. Se subió a su motocicleta y me hizo una señal con la cabeza como diciéndome "súbete"

Me subí y el hombre con las botas negras encendió el motor y puso en marcha aquella motocicleta que resonaba en el vecindario que parecía estar desierto. Me sujetaba con fuerza de unas pequeñas agarraderas que tenía la motocicleta en cada costado. Me atreví a romper el silencio diciendo.

-¿Eres de la resistencia cierto? Vi la calcomanía de tu motocicleta...-

-Así es, tienes suerte que estuviera buscando medicamento en estas partes de la ciudad, aunque gracias a ti no pude saquear la enfermería.-

-Lo siento mucho señor, me quedé desmayado detrás de la enfermería a causa del hambre, llevo días sin comer, buscaba comida en los contenedores de basura.-

-En el maletín hay latas de atún, toma una.-

-No puedo aceptarla, suficiente tengo con que me haya salvado la vida.-

-Tómala antes de que me arrepienta y te baje de la motocicleta.-

-Muchas gracias señor.-

Abrí con cuidado el maletín de piel café y metí la mano, tomé una lata y la guardé en el bolsillo de mi chamarra cuidadosamente. Era bastante difícil hacer este tipo de cosas en una motocicleta en movimiento. Me las arreglé para abrir la lata y comer.

-¿De dónde eres muchacho?-

-Soy de Cleveland señor.-

-¿Cómo diablos llegaste hasta Nueva York?-

-Hace unas semanas iba con mis padres hacia Washington por un viaje de trabajo de mi padre, iba a mostrarles la investigación que había hecho, él era geólogo y astrónomo. Llegando ahí nos recibió una de las familias elite, los Limbard. Llevaron a mi padre al laboratorio donde hablarían sobre la investigación sobre los rayos solares que cada vez están más cerca de la Tierra y de los constantes terremotos que había. A nosotros nos llevaron a otro cuarto. Se escuchaban los gritos desde el laboratorio donde estaba mi padre con los Limbard y los científicos.-.

-¡Tenemos que advertirle a la gente sobre esto! Todos podríamos salvarnos en la nave...-

-Tú no dirás nada sobre esto; mucho menos del proyecto Purgatorio...-

En ese momento se escuchó un disparo, era obvio que habían matado a mi padre, en ese momento mi madre se puso de pie y puso el seguro a la puerta, arrastro el sillón individual donde estaba sentada y lo atrancó a la puerta e inmediatamente se sentó.

-Escúchame David, tienes que salir de aquí. Rompe esa ventana y corre lo más rápido que puedas. Tu papá me dio la copia de la información de su investigación, corre hijo, te daré tiempo para que huyas de los Elite... Toma hijo, todo está en esta memoria.-

-David sacó una memoria USB que colgaba de su cuello con un cordón rojo que decía "Aerosmith Rules" y se la mostró al hombre de las botas gastadas.

-¿Lamento lo de tus padres niño, qué es lo que descubrió tu padre?-

-El tiempo exacto que le queda a la Tierra.-

El hombre de las botas negras frenó de golpe la motocicleta y esto ocasionó que la llanta oliera a quemado e hiciera un chillido muy molesto.

El señor de las botas negras puso un pie en el suelo y con el otro puso la pata de cabra para que la motocicleta se mantuviera en pie, rápidamente se bajó de la motocicleta. Yo permanecía sentado mientras el me miraba fijamente sin decir una sola palabra. Después de unos segundos el hombre rompió el silencio y dijo.

-¿Le has advertido a la gente sobre esto?-

-Lo eh intentado pero nadie me cree, piensan que estoy loco.-

-Son unos idiotas, yo desde hace tiempo presentía que algo andaba mal, un amigo que era arquitecto de naves espaciales me contó que estaban trabajando en un proyecto llamado Purgatorio, después de lo que me has contado creo que tengo una idea de lo que está pasando.-

Bajé de la motocicleta y miré al señor que se veía muy angustiado.

-¿Qué es lo que pasa señor?-

-Esos malditos pretenden dejar a todos los de nuestra clase.-

Purgatorio Un Nuevo ComienzoWhere stories live. Discover now