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Mi verano había terminado de la mejor manera, un chico nuevo llegó al vecindario, todos los dias lo veía pasear en su bicicleta....

El caso era que nunca me acerqué a él, ni salí de mi cuarto cuando mamá los invitó a cenar a nuestra casa, me excusé con estár enferma pero simplemente no me quise quedar con las ganas de verlo y lo espié por las escaleras.

Si pudiera describir las cosas bonitas que siento cuando lo veo...., ese cabello negro como la noche, cejas como selvas perfectas, pestañas kilométricas, nariz perfilada y unos labios divinos.... y esos ojos, verdes como esmeralda, simplemente perfecto.

Me encantaría escuchar su voz... pero simplemente me es imposible, soy sordomuda, algo que se me habia olvidado contar.

Por esta razón era que estaba apenada con aquel chico, no era que yo me menospreciara por tener esta condición, era que simplemente me sentiría incomoda al estár con el y no poder comunicarme con el como me gustaria...

En el pasado tuve un novio, al cual quise mucho pero su madre no nos dejó seguir juntos, me odiaba solo por tener esta condición, yo podia leer sus labios y sabia todas las cosas horribles que pensaba de mi, ella no queria una enferma mental con su hijo.

Por eso no queria acercarme a él, he conocido en mi vida mucha gente que me aparta o se burla de mi por ser así, no me gustaria decepcionarme sabiendo que el piensa lo mismo....

En aproximadamente una semana entramos a la escuela, es mi ultimo año, quiero que este sea el mejor año.

Dicen por ahí que para cambiar tu actitud primero debes cambiar tu apariencia y eso hice, deje mi antiguo corte de honguito y dejé crecer mi cabello hasta el busto, cambié mis sueter's por faldas y vestidos a la moda, pero mi cuerpo y mi pensamiento siguen siendo como la antigua yo, perfectos a mi manera.

Mi maquillaje siempre ha sido sencillo, pestañas, cejas bien depiladas y un labial, mis pecas son lo que más destacan de mi rostro.

Soy una simple chica común que quiere dejar de ser invisible en su ultimo año de escuela, ¡El sueño de casi todos pero que muy pocos cumplen!.

Este será mi cliché.

¡Hoy lunes!, a los vecinos se les ocurrió la gran idea de celebrar la llegada de los nuevos vecinos, quienes resultaron ser familia, vinieron desde Alemania.

Mi madre, mi hermano menor y yo siempre nos ofreciamos a preparar la comida, nos gustaba hacer cosas en familia y también nos gustaba ayudar.

Estoy rebanando una zanahoria, mi parte es hacer la ensalada y vaya que es mucha ensalada, mi madre se encarga de los pastelillos y mi hermano de las bebidas, sabe hacer diferentes cócteles y jugos.

Nos reuniremos en la casa de los nuevos vecinos, será una barbacoa, un dia para pasar entre familias, podremos bailar, compartir y nadar en la gran piscina.

Yo por ejemplo, evitaré cualquier contacto con ese chico, que ni se como se llama, pero tampoco me gustaria saberlo, seria más difícil para mi.

Estamos terminando de poner la mesa, nuestros nuevos vecinos tienen la casa más grande del vecindario, así que el espacio era lo de menos, tienen un hermoso jardín que conecta al bosque, algunos se quedarán a acampar un poco más adentro del bosque.

Ya todo está listo, puedo ver sus enormes sonrisas, nuestros vecinos entran con toda clase de postres en sus manos y los depositan en la mesa.

Le hago señas a mi madre y le digo que me voy a cambiar, me pondré un vestido de baño, me dirijo al baño principal, les explico, mi casa queda al otro extremo de la calle y no quiero tener que pasar todo el vecindario en bikini.

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