Parte III

1.8K 26 1
                                    

Es cierto que a pesar de mi mala fortuna con el accidente que había sufrido, todas estas nuevas experiencias que estaba viviendo con mi hermana mayor me tenían bastante contento. 

Con el paso de los días me animaba a moverme y caminar por más tiempo, a veces con la ayuda de Micaela, otras veces yo solo, pero veía muy buenos progresos. Si bien los dolores en todo el cuerpo permanecían, todo parecía ir en la dirección correcta. 

Luego de la escena en mi cama en la que Micaela me hizo una paja memorable, las miradas entre ambos eran más frecuentes, y por más que no decíamos nada, era como que disfrutábamos en secreto de las cosas prohibidas que hacíamos. 

Ahora, cada vez que mi hermana se encontraba cerca, o cambiándose, estaba siempre nervioso y a la expectativa de que pudiera suceder algo. 

Pasé un nuevo día en el silencio de la casa, ese silencio ya agotador y desgastante, los días se me hacían eternos, pero no había alternativas. 

Miré por la ventana y se podía ver el cielo plomizo, bastante oscuro… hasta que comenzó a llover con intensidad. Dejé la ventana abierta para que entre algo de aire fresco, luego de tantos días calurosos, era bienvenida la lluvia. 

Llovió toda la tarde, era casi de noche cuando mi hermana llegó a casa. Se acercó hasta la cama a saludarme, estaba toda mojada por la lluvia. 

- Ay, me agarró el agua hermanito, estoy hecha un desastre! 

Tenía el cabello bastante húmedo, y toda la ropa empapada. 

- No es para tanto… además, si vos sos un desastre… ¿qué queda para las demás chicas?-Dije haciendo alusión a su indescriptible belleza. 
- Ohhh, que tierno.-Me respondió sonriendo. 

Mi hermana se colocó frente al espejo, y en mi interior ya sabía lo que se venía. Me mantuve expectante, mirándola desde la cama. 

Primero se quitó los zapatos, dejándolos tirados a un costado. Se sacó la remera que tenía, toda mojada por la lluvia, igual que el jean. Desabrochó sus botones, y comenzó a bajárselo… yo mientras tanto no me quería perder detalles. Se sacó por completo el jean mientras levantaba primero una pierna, y luego la otra para quitárselo… desde ahí podía verle la cola, las piernas, casi todo. 

La verdad es que ya estaba un poco excitado viéndola así, para qué mentir… mi hermana tenía un conjunto de ropa interior combinado, de color rosa, o fucsia más bien… me seguía sorprendiendo todo, cómo el corpiño le apretaba y destacaba sus tetas, cómo usaba bombachitas tan ajustadas que se le metían en la cola y me dejaban ver esos enormes y redondos cachetes al descubierto… 

Casi que no me había dado cuenta, y ya estaba con la pija parada otra vez. 

De pronto, Micaela se acerca hacia la cama, pero se dirige al cajón en donde guarda su ropa interior. Nos miramos… y ella alzó la vista para verme la erección fugazmente. Luego se giró y se agachó ligeramente para abrir el cajón de sus bombachas… estaba al lado mío, no podía perder esta oportunidad de mirarla. 

Me regaló una visión sublime de sus piernas, de su cola… al haberse inclinado un poco, la bombacha rosa que tenía puesta se le clavó aún más entre sus firmes cachetes, le cubría la raya y nada más. Lo que debe ser meterla ahí, pensé. 

Cuando se dio la vuelta ya con las prendas que había elegido… me volvió a mirar la erección bajo mi pantalón. Rogaba porque me haga otra paja como ella sabe hacer. 

Yo no me animaba a decirle nada, ya les comenté que soy bastante tímido, por eso siempre esperaba a que fuera Mica la que me diga algo o tomara la iniciativa, cuando por fin sucedió: 

verano caliente con mi hermana Where stories live. Discover now