Capítulo 4

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James

Luego de que terminara de arreglarme me marche rumbo a la empresa, hoy se llevaría cabo la ultima cita para poder adquirirla por completo, había hablado con Daniel antes de salir rumbo a el lugar ya mencionado, me hizo prometerle como novia celosa que no me acostaría con aquella mujer con quien cerraría el contrato ya que no soportaría que estuviera llamando cada cinco minutos como Paula, debía de admitir que Daniel era un chico reservado, quizá si se acostaba con varias chicas, pero aun así prefería mantener un perfil bajo por su pequeño hermano.

Llegue a mi oficina y para mala suerte Paula ya se encontraba ahí, esto de tener que verla comenzaba a estresarme, no necesitaba que me estuviera jodiendo siendo tan temprano, rodé los ojos en cuanto vi en la postura en la que me estaba esperando, con los brazos cruzados y con cara de que no la habían follado bien y esa vaya que no era mi culpa ya que ella era casada

—Llegas tarde — miro el reloj que adornaba su muñeca — tienes que aprender a levantarte mas temprano

Rodé los ojos de nueva cuenta, no era un perro para que me entrenaran para levantarme temprano, esta mujer era insoportable y yo ahora me pregunta ¿Cómo había podido acostarme con ella? Estaba seguro de que no la soportaría ni un minuto más

—Mira Paula — solté con tranquilidad — el que haya follado contigo, por que solo fue eso un polvo, no quiere decir que tengas el derecho a tratarme como si fueras mi jefa, ni como si fueras mi pareja, por que claramente no lo eres

Abrió y cerro sus manos  con enojo y me fulmino con la mirada antes de comenzar hablar de nuevo

—Yo soy tu representante — medio grito — no puedes tratarme así

—Tu lo haz dicho solo eres mi representante — la fulmine con la mirada — y si tu esposo supiera que le pones el cuerno conmigo

El color de su rostro la abandono por completo y temí por un momento que se desmayara cosa que no paso

—No serias capaz

—Créeme que lo seria, es por eso que desde mañana todo esto se acabó, no estoy dispuesto a seguirte soportando

Me di la vuelta dejándola con la palabra en la boca, ignorando por completo sus reclamos, a estas alturas ya me dolía la cabeza y eso que solo la había escuchado por un momento, tomé los papeles de la caja fuerte de mi oficina y Sali de nueva cuenta al pasillo en donde todavía se encontraba esta Paula con la boca abierta por lo que le acaba de decir.

—Quiero tu renuncia en mi escritorio a primera hora del día de mañana

Hable tajante antes de darme la vuelta y marcharme, no soportaría estar ni un momento más delante de ella

Al llegar al estacionamiento me monté en mi auto y salí rumbo a la reunión, solo deseaba que las cosas no se complicaran no necesitaba tener mas problemas y no quería tener que posponer esto por mayor tiempo, ya que el cumpleaños de mi padre estaba cerca y no podía fallarle con este regalo.

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Dian

La entrevista había sido todo un éxito, pero no gracias a esa chica idiota que estuvo a punto de ventilar cosas que no debía al aire, tuve que salvarla en muchas ocasiones, esta demás decir que mi jefe me felicito por cómo había salido todo y por no haber dejado que ella cometiera algún error

—Todo salió de maravilla Dian — Denis me sonrió

— Si, todo gracias a ti y a que no deje que aquella niña tonta dijera algo de lo que se pudiera arrepentir

Nos reímos con complicidad, el hecho de haber logrado que no dijera algo que la comprometiera fue una gran hazaña, no es como si a mi no me hubiese gustado que no lo dijera, pero si eso pasaba mi jefe terminaría por colgarme

—Cierto, si esa niña bocazas hubiera hablado de las múltiples veces que le ha puesto el cuerno a Estefan, este programa habría sido una bomba

No pude evitar reírme a carcajadas al imaginarme como su carrera se vendría abajo si eso se hubiera sabido hoy

Hablamos un poco para poner en orden la agenda que tendríamos que cumplir, esta semana estaría llena de trabajo y aun nos faltaban preparar algunas entrevistas, luego de terminar con eso me coloque en pie al igual que Denis

—Fue una mañana agitada, vamos a nuestras casas a descansar

Denis concordó conmigo y las dos abandonamos mi oficina, lo que no me esperaba fue ver al hijo de mi jefe aquí en la oficina, el cuerpo de Denis se tensó por completo y sus mejillas se sonrojaron

—Hola Deni — se acerco y beso su mejilla quedándose ahí mas del tiempo necesario

—Ho...hola Marcos

Una sonrisa se dibujó en mi rostro al verlos a los dos, eran tan tiernos

—Bueno, adiós chicos

Antes de que alguno de los dos respondiera camine a paso apresurado, esos dos terminarían juntos como que me llamo Dian Morei, me reí de mi misma por mis ocurrencias, pero es que al verlos me llenaba de ternura aun cuando sabia que Marcos era un idiota mujeriego, aun así, Denis moría por el desde que había entrado a trabajar, siempre que lo veía se sonrojaba y trataba de actuar normal, aunque fallaba estrepitosamente en el intento, solo esperaba que Marcos supiera valorarla y que dejara de ser tan hijo de puta como decía Denis cada que se ponía hasta las trancas de alcohol

Suspire con alivio al ver mi edificio, moría por darme una ducha y comer golosinas hasta reventar, solo eso necesitaba luego de una mañana llena de trabajo, mi programa empezaba a las 9 de la mañana y terminaba hasta las 11:30 de la mañana, hacia que los artistas hicieran retos y contestaran preguntas del publico y muchas cosas más, a la gente les encantaba eso y era por eso que mi programa era el más famoso

Mañana por fin comenzaba con el trabajo pesado, y pronto conocería a ese tal James Wilson ese nombre hacia que mi piel se pusiera de gallina, solo esperaba que no fuer el chico con quien me acosté porque si no moriría por la vergüenza de tenerlo en mi programa que fuera a decir que habíamos tenido algo que ver, eso también sería un buen chisme.

Me tumbe en el sofá y cerré mis ojos hasta que escuche ese sonido infernal

—Ahh Vincent, más duro

Los gritos de Johana eran en verdad estrepitosos, me coloqué en pie de inmediato y Sali rumbo a mi cocina en donde los encontré Vincent tirado en el suelo y Johana cabalgándolo como toda una amazona, me llevé una de mis manos a la boca, estos no tenían decencia

—En mi cocina — murmure con apenas voz — ¡¿EN MI COCINA?!

Explote por completo, no podía creerlo ahora no podría estar en paz en mi cocina en donde yo comía todos los días y pensar que tal vez sus culos o las bubis de Jo habrían estado en cualquier lugar, un escalofrió me recorrió el cuerpo por completo,

—Salgan ahora mismo de mi cocina o esta vez si los asesinare

No sabia cual era la cara que en este momento tenia, pero los dos se levantaron de inmediato y como dos adolescentes que acababan de ser cachados corrieron en pelotas a no sé dónde, si estos seguían así no sabría que más les quedaría para la luna de miel.

Solo esperaba que ya se casaran necesitaba estaren paz y no preocuparme por pensar en donde estos dos habían tenido sexo...    

Golpe del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora