¿Qué me conviene hacer?

¿Quién soy?

Bueno, me introduzco. Mi nombre es Katherine, pero prefiero que me digan Kathe. Recientemente cumplí catorce años. Soy una adolescente y como todos los demás, experimento cambios bruscos en mi interior, lo cual a veces me hace sentir como una lunática que llegó al mundo de pura casualidad. Ya saben, estar en unos constantes cambios de emociones muy bruscos. Unos minutos estás en el cielo de las emociones, feliz con tu vida y un autoestima hasta las galaxias del más allá, y pareciera que en un segundo arrancas barranca abajo como montaña rusa y estás de que ya ni quieres seguir viviendo y que eres la cosa más horrenda del universo que ni siquiera soportas verte en el espejo. A eso le llamo la "desventaja principal" de la adolescencia. De las adolescentes como yo, NI HABLAR de esos días.

En realidad no soy una adolescente muy común, pues mis gustos y mi forma de pensar es muy diferente a la mayoría de los demás. De ahí supongo que asumirán que no soy de mil y un amigos. Total, los verdaderos se cuentan con los dedos. Bueno, regresando al tema, probablemente piensen que me gusta la música pop, rock o incluso reggaetón (iugh), pero mi mente no se conforma con eso. Me gusta la música clásica. Me gusta todo lo que no sea "aventado" como lo que le gusta a la mayoría de los adolescentes de esta generación, y en una de esas incluyo a la música clásica. Odio los juegos mecánicos, cualquiera que sea, por más "buena onda" que sean, odio todo tipo de juegos mecánicos. Jamás he salido a fiestas sola y mucho menos donde haya alcohol (lo he probado y tal parece que jamás me gustará). Odio el chile, no comprendo y no me cabe en la mente cómo es que hay personas que comen puro chile sin parar, como si fuera una porción pequeña de verduras. Apenas me como un solo Takis fuego y ya me ando muriendo con el fuego ardiente que siento tanto en la lengua como en el estómago.

Tal y como mencioné antes, no soy de muchos amigos y jamás en mi interesante vida he sido buena socializando. Siempre me han marcado de aburrida teniendo esa idea. Cuando me conoce alguien, la verdad no sé sacar tema de conversación y normalmente respondo con un "jaja", "sí jaja", "no jaja", "pues sí jaja", "qué mal jaja", "qué bien jaja" y cualquier otra frase pequeña, siempre al final incluyendo la risita falsa y más famosa de "jaja". De ahí, lo de siempre. La persona se aleja y me deja de hablar, me marca de aburrida y chan chan. Así de social es mi vida. Interesante, ¿no? Jaja.

TRES AÑOS ATRÁS
-¡Ya despiértate dormilona del paraíso!- Dijo mi mamá gritando como si surgiera de una emergencia.