Estúpidamente enamorado.

305 27 133
                                    


Alex*

Había acompañado a Graham a la biblioteca, para poder darle un libro que él no podía alcanzar, o al menos eso había dicho él.

- Demonios, Coxon, ¿no pudiste usar alguna silla para alcanzarlo? - protesté, pues realmente no quería perder el tiempo de esa manera.

- No, no puedo. - respondió.

Caminamos hasta llegar a la biblioteca, Graham no había dicho ni una palabra después de la pequeña conversación que habíamos tenido, se mostraba molesto, o de alguna manera extraño y aunque no sentía que fuera la gran cosa pues Graham siempre ha sido raro, me invadía la curiosidad de saber el porqué estaba comportándose así y haciendo cosas ridículas como esta.

Atravesamos los pasillos hasta llegar casi al final de la biblioteca, entonces se detuvo en seco.

- ¿Qué? ¿Ahora vas a buscar un libro y lo jalarás hacia ti para que un pasadizo secreto se abra? - pregunté sarcásticamente.

- Por supuesto que no, Alex. - rodó los ojos, pero mostrándose nervioso a la vez.

- Bueno, ¿qué es lo que quieres? - pregunté más serio al ver que su actitud, una vez más, no era la de siempre, días antes había estado demasiado nervioso, incluso podría parecer que haría un drama cual chica celosa haría, había estado molesto por días por el simple hecho de que me haya ido a comprar videojuegos con Dave, sin haberle avisado o invitarlo a él. Al notar que no respondía y solo fijaba su mirada en el piso intenté preguntarle nuevamente. - ¿Cuál libro quieres?

- No quiero ningún libro. - respondió seco.

- ¿Idiota, es en serio? ¿Entonces por qué me hablas y por qué me trajiste hasta acá?

- ¿No es un lugar interesante? Vaya, creí que te gustaba venir aquí. - suspiró, cambiando de humor nuevamente.

- Graham, amigo, ¿qué demonios te pasa?

- ¿Por qué me contestas con otra pregunta? ¿Por qué haces tantas preguntas? - parecía que su paciencia estaba a punto de acabarse, otra vez.

- Bueno, te respondo, sí, es un lugar muy bonito e interesante, y sí, me gusta venir. Pero no entiendo porqué estás siendo tan...

- ¿Tan como, Alex? - interrumpió e inmediatamente volteó a verme, y en cuestión de segundos me había empujado hacia uno de los estantes, colocando sus brazos a mis costados para que no pudiera irme, o eso parecía que quería hacer, seguido de esto se puso de puntitas, para cercarse a mi rostro, pero antes de que pudiera hacer algo intenté detenerlo, no sabía si estaba seguro de hacer algo así.

- Creo que esto no funciona así, Graham. No sabes lo que haces ¿estás bien? - intenté quitar uno de sus brazos pero la fuerza que ponía me impedía hacerlo, y aunque no fuera mucha, estaba nervioso y no sabía que hacer. - Mira, Gra, si es por lo de la semana pasada, pues lo siento mucho, de verdad, en serio lo siento. Pero no creo que debas hacer esto. Entiendo que estés molesto, pero en serio, pareces una novia celosa haciendo este tipo de cosas.

- Está bien, lo siento. - suspiró más calmado y retiró sus manos, retrocediendo unos cuantos pasos. - Supongo que es mejor que te vayas, creo que estás incómodo y todo eso.

- ¿Qué harás tú? - pregunté.

- N-no lo sé. - titubeó. - Pero no te preocupes, después de todo nos veremos después de clases, ¿verdad?

- Sabes que sí, Grems. - sonreí dudoso, intentando de procesar todo lo que acababa de pasar.

- ¿No estás molesto? - preguntó apenado.

No se necesita algún libro para saberlo. ~gralex~Where stories live. Discover now