Presagio [Shikamaru x Naruto]

No toda casa es un hogar

Capitulo cinco: No toda casa es un hogar.

Naruto ha vivido en el mismo departamento desde los cuatro años cuando en el aquel entonces tercer Hokage decidió que era mejor que viviera solo y no con el resto de los niños en el orfanato. Naruto entiende ahora los motivos del tercero para hacerlo, su presencia como el niño del kyūbi causaba temor y recelo entre las cuidadoras del orfanato y le pidieron al Hokage que fuera reacomodado en otro lugar bajo la excusa de que era un niño problema y que no había como controlarlo para que obedeciera, el tercero sabía que solo era una excusa, que la misma sería utilizada sin importar a donde lo llevara y decidió que habría menos problemas si Naruto tuviera su propio departamento para llamar un hogar.

Fue la decisión correcta en el momento, habían pasado solo un par de años desde el ataque del Zorro y ver a Naruto era el recordatorio diario para muchos de lo que perdieron ese fatídico día; además no era necesario hacer crecer la hostilidad de los aldeanos contra el pequeño jinchūriki. Naruto era pequeño en ese entonces y no entendía que no todos los niños vivían como él, otros niños no llegaban a un departamento vacío, otros niños no eran mirados con odio, otros niños no tenían que preocuparse por si el dinero les alcanzaba para comer un día más y otros niños tampoco debían ir a cazar o pescar su propia comida cuando el dinero estaba escaso.

Solo se dio cuenta de esto cuando creció, cuando las miradas de desprecio se hicieron insoportables y se sentían como miles de manos estrujando su corazón, cuando las lágrimas quemaban su rostro en frustración y en los días que las palabras hirientes aplacaban su voz que gritaba el voz alta su sueño.

Tal vez es por eso que su departamento aun lo hace sentir pequeño y solo en los malos días. Y tal vez es por eso que necesita de ese momento de desesperanza que le genera estar entre esas cuatro paredes para fortalecer su resolución sobre el tema que atañe a su mejor amigo.

Itachi Uchiha, el hermano mayor que Sasuke quería asesinar sin importar a que medios tuviera que recurrir, no era el asesino despiadado que tanto se esforzó en hacerle creer al mundo mientras ocupaba la capa de Akatsuki. Los verdaderos culpables de la masacre del clan Uchiha son tres personas que aún siguen activos entre los altos cargos de la aldea y el difunto tercer Hokage que fue muy blando al imponer su autoridad. Naruto piensa en el dolor de Itachi al tener que elegir entre su familia y la aldea, pero sobre todo piensa como afectara a Sasuke saber la verdad.

Sasuke ha sido manipulado toda su vida a través de una gran maraña de mentiras comenzado desde sus padres que querían comenzar un golpe de estado del que lo mantuvieron alejado, a el hermano mayor que admiraba y que lo incito a odiarlo para que se volviera más fuerte y la aldea que debería haberse preocupado por su estado mental luego de que perdiera a todas las personas que amaba. Todos fallaron y crearon esta complicada situación que puede volverse algo aún más grande.

Naruto aun quiere salvar a Sasuke, quiere arreglar las cosas y que en el equipo siete puedan volver a sonreír todos juntos una vez más como en los viejos tiempos. Naruto necesita ver a Sasuke y saber en qué estado ha dejado la muerte de Itachi a su amigo, si se siente realizado al haber cumplido con su meta o si cumplir con su única ambición lo ha dejado vacío y sin propósitos antes de revelarle la verdad sobre la masacre del clan Uchiha; Naruto sabe que si es él quien le cuenta la verdad Sasuke le creerá y aceptara su ayuda.

– Te sangrara el labio si te lo sigues mordiendo – dice Shikamaru, quien está de pie junto a la cama de Naruto observándolo desde hace algunos minutos. Naruto se sobresalta, sentándose en la cama de un salto y llevándose una mano al pecho por la impresión –

– ¡Shikamaru, me asustaste! – dice Naruto, mirando al Nara con un pequeño mohín en sus labios – Esa no es manera de entrar al hogar de otra persona