Capitulo 5

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No nos separamos

Eddy

Estaba tumbado en la cama con un somier con cajones, estaba bocarriba con una rodilla flexionada y el otro tobillo sobre esa rodilla, pensaba en como conocí a la chica que estaba en el suelo sentada apoyando su espalda en el somier.

                            *     *     *

Hace siete años

Entraba con mis padres en el orfanato en el que tres años y medio atrás mis padres dejaban a mi hermana de seis meses porque no teníamos dinero para cuidarla, pero ahora si había ahorros suficientes para cuidar de ella. Yo estaba muy ilusionado con volver a ver a Laira e iba saltando y divagando sobre como sería mi hermanita de ahora cuatro años, yo con mis nueve años no dejaba de mostrar mis pensamientos pregonándolos en el camino a la habitación donde ella nos esperaba. Cuando entré en la habitación y vi a una niña de cabello castaño y ojos café no pude contener mi alegría y prácticamente gritaba mostrando mi felicidad. Llegué junto a la mesa en la que ella jugaba, y ganaba, a las damas con una de las cuidadoras del orfanato. Iba gritando hasta que su frase me heló la sangre y me desdibujó la sonrisa pero hizo que la adorase mucho más: "estás realmente hueco" dijo. Clavé mi mirada en su expresión seria mientras ella hacía el último movimiento para ganar la partida y devolverme la mirada.

Tiempo después llegábamos a casa, yo en el viaje de regreso estuve hablando en susurros con ella, cuando llegamos a la puerta de casa mis padres entraron primero y yo la miré, la cogí de la mano y la miré a los ojos que me observaban atentos.

- Juntos - dije.

- Para siempre - respondió.

                             *     *     *

presente

Laira

- ¡Niños, a comer! - nos llamó nuestra madre.

- ¿Una carrera? - dijo Eddy

- ¿Las reglas de siempre?

- Yo tres segundos y tu diez metros.

Dicho esto nos colocamos el uno junto al otro.

- Uno - dijo él.

- Dos - respondí.

- Tres - al unísono.

Ambos echamos a correr a toda velocidad, nuestra enorme casa era una pista fabulosa. Él atravesó la puerta en primer lugar girando a la izquierda, le seguí de cerca hasta la enorme sala donde estaban las escaleras donde apareció saltando por encima de la barandilla del último tercio de las mismas, al ver que ya había usado su truco utilicé yo el mio, formé un agujero en el suelo del pasillo a tres metros de mi y otro en el suelo de la enorme sala que quedaba debajo y me dejé caer por el primero saliendo por el segundo, esto me puso ligeramente por delante de Eddy, aceleré cuanto pude y giré a la derecha por el último pasillo hasta el comedor, Eddy me daba alcance pero ya llegábamos al final, la ancha puerta que marcaba la meta estaba justo ahí y la atravesé tan solo veinte centímetros escasos por delante de mi hermano.

Jadeando nos sentamos a la mesa los dos juntos y frente a nosotros se sentaron nuestros padres discutiendo algo sobre dinero. Sabia que antes habían sido pobres, pero ahora hablaban en miles de euros y dolares cambiando de uno a otro y pensando que esas cantidades llegaban a ser pequeñas, se habían convertido en millonarios en el tiempo que llevaba con ellos y, aunque gastaban sin cuidado alguno, su fortuna crecía día a día, pero la verdad, no les soportaba, Eddy tampoco, mucho menos viendo discusiones como esta de forma constante. Miré a Eddy y sabiendo que nuestros padres no nos escucharían, pues estaban ocupados, le hablé ampliamente y sin medir mis palabras.

- ¿Crees que deberíamos repasar las reglas de nuestras carreras? Comienzo a ganarte demasiado a menudo.

- Te veo muy subidita, pero te propongo una cosa, yo no podré parar el tiempo por completo, pero podre ralentizarlo durante dos segundos de cada tres y tu podrás hacer portales cuanto quieras, pero no podrás hacerlos de mas de cinco metros entre uno y el siguiente.

- Suena bien, ¿algo mas?

- Si, entre que salgas y vuelvas a entrar tendrás que avanzar un metro y para que no nos pillen dejaremos los poderes en el ultimo pasillo hasta aquí.

Nuestra madre alzó la voz más de la cuenta, algo la había molestado y lo que fuese hizo que nos gritase también a nosotros.

- ...y vosotros también podríais dejar de correr en casa, esto no es un parque.

- Mamaaa... - le reprochó Eddy.

- Silencio, veo que sigues siendo el mismo crío de siempre, ya podrías madurar de una vez e ir pensando en buscar irte a vivir a alguna parte.

Le miré a los ojos, podía ver el daño de esa frase en su mirada, no era la primera vez, y aunque esta no era demasiado su expresión me decía que era muy importante. Entonces se levantó calmadamente y salió caminando del comedor.

Eddy

Fue suficiente esta vez. Subí a mi habitación y cogí mi mochila favorita, dentro metí algo de ropa y unas deportivas de repuesto. Escuche los pasos en el pasillo y miré hacia la puerta. Laira llegó y se quedo quieta, mirándome, en sus ojos veía su preocupación hacia mí, su expresión estaba clara, si me iba ella vendría.

- Juntos. - dijo. No pude evitar sonreir como respuesta a eso.

- Para siempre.

Ella se alejó, supongo que fue a su cuarto a prepararse. Cogí todo el dinero que tenía. Me iba, finalmente nos íbamos de ese lugar.

- Hasta siempre - susurré

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⏰ Última actualización: Nov 29, 2018 ⏰

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Entre Fuego y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora