A la orilla de la cama

1.3K 126 53
                                    


Todo comenzó apenas un poco después que habían comenzado a vivir juntos (aparte de salvar el mundo, claro)...Y aclarando, no es como si la mansión no tuviera el espacio o las habitaciones suficientes para para cada uno, no, claro que no. Al momento de estar tranquilos, en paz; hablando entre comillas, sin alguna aventura de por medio, dividieron entre ellos las habitaciones de cada quien, cada quien acomodo su cuarto de forma personalidad, en el caso de Panchito su cama estaba en medio de su habitación con sus cosas en los lados, todo bien, hablando de decoración y sin problemas de aventura por el momento... Hasta que comenzó las noches tormentosas. Y bueno...Era la primera vez para Panchito dormir tan lejos de su familia, su hogar, su mundo; era todo tan... Diferente. Enrollándose en su cama, girándose, sentándose para recostarse en otro lado, tapándose con la sabana, pateando desesperado en la cama tal niño chiquito, una y otra vez, sin poder dormir. Frustrado se acostó sobre su espalda, agarro la almohada que tenía detrás de su cabeza y la arrojo al piso, estaba fastidiado.

Tal vez.... Meneo la cabeza. No, no podía hacer eso...No podía molestar a sus amigos por una simple tontería...Estaba a punto de auto convencerse de que podía encontrar la forma de dormir si seguía intentando, pero entonces, un trueno estremeció la habitación y sin darse cuenta, ya estaba a medio pasillo, buscando la habitación más cercana, la de Donald. Llego apurado, con el corazón en mano latiendo como loco, pero logrando no somatar la puerta entro al cuarto.

Pudo distinguir la figura de su compadre en la cama bajo las sabanas; su cama estaba pegada del lado izquierdo de la habitación. De inmediato se acercó a él, para luego acomodarse en la orilla. No estaba seguro si debía hacerlo realmente, pero ya estaba ahí...Coloco su mano en su hombro -Donald...- Susurro su nombre mientras lo agitaba un poco, no hubo respuesta. -Donald- Volvió a llamarlo, esta vez, sin parar de moverlo.

Se puede decir que logro medio despertarlo, para que contestara casi gruñendo -¿Qué pasa?-.

-Oh, lo siento Donald, realmente no quería molestarte, es que bueno... No es que no pueda o bueno, no quiera, ya que se que puedo, pero es...Es tan solo-...- Aunque ya había pensado en una buena excusa, las palabras no salieron como quería, comenzó a murmurar avergonzado. Donald no estaba para oír cualquier disparate a esas horas de la noche-Ve al punto- Dijo molesto.

-...Yo... ¿Sera qué....Podría dormir contigo esta noche?- Pregunto en forma de murmuro.

Donald abrió entonces sus ojos como platos, ¿Había oído bien? Realmente le había tomado por sorpresa las palabras del gallo. Giro su cuerpo, y sin olvidar su actitud frustrada le pregunto -¿No eres lo suficientemente grande como para compartir una habitación?-.

-S-solo una noche, prometo no moles...- Intento excusarse pero un repentino...

-No- Llego de forma mezquina.

-¿Por favor? ¿Por favor? ¿Porfavooor?- Suplico de forma infantil e insistente, sin parar de moverle.

-NO....-Remarco con la voz más grave, al momento en que Panchito apartada sus manos de él.

-¡Solo será una noche!....Ándale...Solo una noche....-Suplico con su voz temblando.

-No- Remarco Donald mientras se tapaba con su sabana el rostro.

-No seas así wey...- Se quejó lloriqueando Panchito.

Aunque no le comprendió eso último, Donald se giró realmente molesto, destapándose en el proceso; pero antes de poder reclamarle, su vista se suavizo... Panchito no se encontraba como de costumbre, oh por supuesto que no; sus ropas habituales eran reemplazadas con un mini short (demasiado pequeño para su gusto de Donald) y una playera sin mangas, dejando una tierna vista de su pancita que escondía con su usual ropa; ambas piezas de ropa del mismo color rojo carmesí. Su usual rostro alegre y mirada brillante, fueron sustituidas por un rostro preocupado y una mirada tímida, casi avergonzada; sujetándose entre sus manos, casi abrazándose para tener algo de consuelo, manteniendo su sábana azul colgando entre su brazo izquierdo llegando a penas a tocar el suelo. Panchito le descubrió analizando su cuerpo y sus brazos cubrieron su estómago, la vergüenza comenzó a inundar su rostro, pero gracias a la oscuridad no se notaba. Donald se avergonzó también, por verle de forma tan descarada, giro sus ojos hacia la pared de su cama. Tardo unos minutos en pensarlo bien, realmente no estaba seguro, de un lado sería algo incómodo, pero del otro lado su amigo se encontraba en cierta forma vulnerable....Finalmente dijo de forma cansada...-Ven- Al momento en que se acomodaba junto a la pared, dejando libre el espacio cerca de la orilla, seguido de abrir su sabana con su mano derecha y palmeando la cama con su mano izquierda para dar énfasis a su palabra.

A la orilla de la camaWhere stories live. Discover now