12 CHICOS LOBOS - Capitulo 1

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Él debía de ser el líder, porque después que habló, todos acataron sus órdenes sin decir una palabra y comenzaron a recorrer el terreno.

Erika cerró los ojos, como si así pudiera hacerse invisible. Volteaba ocasionalmente hacia los lados, para saber donde estaban. Ahogo un grito cuando uno de ellos asomó la cabeza por el agujero.

- Hola vainilla. – dijo sonriéndole traviesamente.

- Por favor... - rogó Erika.

- No tengas miedo y sal a jugar conmigo. – el chico metió levemente la mano por el agujero incitándola a que la tomara.

Erika asintió, mientras que con las manos buscaba por el suelo algo que le sirviera de arma. Se topó con un martillo y no dudó en tomarlo, golpeó al chico en la cabeza con todas sus fuerzas, éste soltó un grito grave y fuerte cortando el silencio de la noche. Cuando el cuerpo del chico se desplomó hacia un lado, ella salió de su escondite y corrió a la entrada de la construcción para salir de ahí.

"Lo maté" pensó mientras se alejaba a toda velocidad. "Acabo de matar a alguien." Sus ojos habían empezado a llenarse de lagrimar otra vez, pero esta vez no podía detenerse.

Ya estaba muy cerca de la salida, cuando de pronto una cosa enorme salió de la nada y la empujó tirándola al suelo. Cuando recobró la conciencia sobre lo que estaba sucediendo, se encontraba recostada boca arriba, y sobre ella había una especie de perro gigante, era la cosa más grande que Erika había visto en su vida.

Se tapó la cara mientras gritaba, ¿Qué demonios era eso que tenía encima? El enorme animal comenzó a acercar su hocico a la cara de Erika mientras soltaba un gruñido grave. "Va a matarme" fue lo último que pensó.

Erika recibió una fuerte sacudida. Otro perro gigante había saltado sobre el primero, empujándolo y dejando a Erika lejos del peligro. Estaba horrorizada, ¿Qué eran esas cosas? Median el doble que un perro grande normal, no podían ser perros.

Ambos animales luchaban a metros de ella, se mordían y gruñían formando una bola de pelo gigante y ruidosa. Erika se fue arrastrando rápido lejos de los animales. Cuando pensó que ya era seguro, se levanto abruptamente, pero al hacerlo se golpeó la cabeza con una tabla que colgaba encima de ella.

Gimió del dolor, mientras apretaba ambas manos contra su cabeza herida, cuando miró sus dedos, tenían sangre. Lentamente y sin fuerzas, cayó de nuevo al suelo. Estaba comenzando a desvanecerse, pero algo llamó su atención. Dos chicos se peleaban a golpes donde hace unos segundos estaban los animales luchando.

Fue entonces cuando notó que eran ellos, eran lo mismo. Los perros gigantes pasaban de ser animales a chicos y de chicos a animales cada vez que parpadeaba, era como una ilusión. Parpadeaba y eran perros, volvía a parpadear y se eran chicos. No tenía sentido, nada lo tenía.

Sintió como la cordura y la razón se deslizaban fuera de su cuerpo de una manera adormecedora mientras perdía el conocimiento. Miró hacia arriba, para ver como un conjunto de chicos se iba acumulando a su alrededor. El corazón se le detuvo por un segundo cuando notó al chico al que había golpeado con el martillo, estaba intacto, parado junto a ella. Después de eso, todo se oscureció.

***

Logró entre abrir los ojos un poco, pero aún estaba muy débil. Se sentía mareada, y había perdido todo sentido de orientación. Sin embargo pudo darse cuenta que ya no estaban en la ciudad. Todo lo que veía eran pinos, muchos pinos muy altos.

Notó un leve balanceo. Tardó unos segundos en identificar que era; la estaban cargando. Hizo un gran esfuerzo para mirar hacia arriba y ver de quien se trataba. Era un chico, con cabello café claro peinado hacia un lado. Erika se sintió traicionada por su subconsciente cuando no pudo evitar pensar que era atractivo. Él no se dio cuenta que se había despertado, parecía muy concentrado mirando hacia el frente. Quiso forcejear, pero estaba débil incluso para intentarlo.

12 CHICOS LOBOS ©Where stories live. Discover now