Capítulo 2

5.1K 480 88
                                    

*Narra Harry*

-¡Buenos días, chicos! -grité hacia mis amigos.

-¡Buenos días, Harry! -gritaron de vuelta.

El bosque donde los señores feudales cazan queda alejado del reino, tuve que llegar de carruaje. Era un gran bosque donde en él vivían una enorme cantidad de conejos, ciervos, alces, entre otros de los animales más caros del reino.

Liam y Zayn miraban maliciosamente a un conejito que pasaba cerca del lago del bosque, como era de esperarse, Zayn lo mató con un simples flechazo de su arco.

Ambos eran hijos de los Señores Feudales de Wholverhaptom y Bradford, pero ambos podían cazar en el bosque.

-Y ¿qué hacen? -pregunté arreglando el arco en mi hombro.

-Yo vine porque Zayn me pedió. -dijo Liam.

-Vine a practicar. Necesito mejorar mi puntería, la 4º Cruzada comienza en tres semanas. -dijo Zayn.

Liam me miró preocupado. Yo era el único que sabía de su amor hacia Zayn, sabía que estaba procupado por él. Pero, ¿quién no lo estaría? Las Cruzadas son muy peligrosas, la mayoría de los soldados no vuelven con vida, sería muy duro para alguien perder el amor de su vida durante una Cruzada, dolería aún más si quien amas muriera sin saber sobre tu amor hacia él. Y Liam temía que esa fuera su situación.

-Te inscribiste en la Cruzada de este año? -me atreví a preguntar.

-Sí. Mis padres me dejaron. -dijo Zayn despreocupado matando un halcón que volaba por el cielo.

-No crees que sería demasiado peligroso? -pregunté lanzando una rápida mirada a Liam.

-Talvez, pero no me importa, será una gran aventura, podríamos derrotar a los mulzumanes esta vez. -dijo aún de espaldas a mi.

Sentí una mano en mi hombro, me giré y encontré a Dante, mi chofer.

-Señorito Styles, se olvida usted que ahora es la hora en que el campesino trabajará en su reserva. -dijo.

-Oh, sí, se me olvidaba. -me dirigí a los chicos. -Adiós, chicos, los veo mañana en la taberna, ok?

-Obvio. -dijo Liam. -Y ¿por qué se va "Señorito Styles"? -bromeó.

-Un campesino va a trabajar en el establo del castillo, tengo que ir a supervisionarlo para que el mugriento no robe nada. -dijo con disgusto.

-Buena suerte, Styles. -dijo Zayn.

-Gracias, Malik. ¡Adiós!

-¡Adiós! -gritaron.

**********

Cuando llegué al castillo, Niall me avisó que el campesino ya se encontraba en el establo ordeñando a las vacas.

Llegando al establo, encontré a un chico, de espaldas a mi, ordeñando a una de las vacas, se encontraba sentado en una banca y usaba botas impermeables. Su ropa era típica de un pobre campesino del feudo, llevaba una boina café así como toda su ropa, una camisa blanca sucia, un chaleco marrón y unos pantalones claros.

Carraspeé para conseguir su atención. Se giró nervioso y me miró por un tiempo.

Dios, era hermoso. Tenía los ojos azules como el mar, piel bronceada, rostro perfecto con alguna que otra suciedad en sus preciosas mejillas, tenía una nariz perfecta, lábios finos que me dieron una necesidad inmensa de besarlos. ¡Cállate, Styles! No puedes pensar así de uno de tus sirvientes. Pero, ¿cómo alguien podría ser tan perfecto? Era como un ángel. Un precioso ángel de ojos azules.

*Narra Louis*

¿Era ése el tal Harry Styles? No podía ser el Señor de todos hablan. No puede ser el dueño de este castillo. Había pensado en totalmente el contrario del chico que tengo a frente mío.

Era muy lindo. No se vestía como esos Señores que he visto, se vestía como... un adolescente normal. Tenía unos preciosos rizos color chocolate, ojos verdes como las esmeraldas, algunos centímetros más alto que yo, lábios rosados, piel un poco bronceada. ¿Por qué piensas en eso, Louis? Él es el Señor del feudo, tienes que obedecerlo, no puedes pensar en su belleza.

Torpemente, me levanté de la banca, acercándome a él y le hice una reverencia formal.

*Narra Harry*

No pude evitar reírme de su reverencia. Era tan torpemente adorable.

-No necesitas hacerme una reverencia, no es como si fuera gran autoridad o algo así. -dije mirándolo divertido.

-¿Usted es-es el Señor Styles? -preguntó agachando la cabeza.

-Primero: no es usted, es tú. Segundo: sí, soy yo, no me digas Señor Styles, dime Harry.

-Lo siento, Seño-Harry. -dijo volviendo a trabajar.

Me mordí el lábio mirando a ese precioso trabajar nervioso, eso lo hacía aún más vulnerable.

Sí, Señor (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora