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Ya está de camino a la ciudad, de repente escuche unos gritos lo cual me asusto.

Así que decidi detener me, salí del auto y para mí sorpresa me encontré con Astrid quien iba en su bicicleta detrás de mí.

- ¡Hipo!

- Astrid...

Cuando llegó bajo de su bicicleta, me miro por unos breves segundos, dejo caer su bicicleta y corrió a mi.

- Astrid ¿Que haces aquí?

- Hipo... Es que...

Narra Astrid

¡¿Ahora que le digo?!

- yo.. bueno...

Mire el cielo y note que se aproximaba una llovia ¡Bendito sea el señor! \(°^°)/

- es que pronto lloverá... Y... No quiero que te vallas con la lluvia, yo digo que mejor esperes, puede empeorar la lluvia y yo e visto accidentes debido a eso...

- Astrid, si me apuro no me agarrará la lluvia gracias

- quien sabe a lo mejor y si

Hipo me miro sin entender mi comportamiento y no lo culpo ni siquiera yo sé porque estoy actuando así.
Tengo una vida realmente extraña.

- por favor Hipo, no me gustaría que te ocurriera algo

- está bien... - dijo finalmente

- gracias

Me fui a dónde dejé mi bicicleta

- Astrid... Sube yo te llevo - dijo Hipo con una sonrisa

- ¿Seguro?

- no me gustaría que te agarre la lluvia estando en bicicleta

Forme una sonrisa, Subí mi bicicleta a su auto.
Nos subimos y comenzamos el camino de regreso. En cosa de 5 minutos la lluvia se soltó.

- tenías razón

Escuche a Hipo y lo mire algo confundida

- me iba agarrar la lluvia - dijo Hipo y me miro - ¿Acaso tienes poderes?

Reímos por su comentario

- no Hipo, no tengo poderes ¿Te gustaría que los tuviera?

- eso sería divertido

Ambos reímos.
Después de eso hubo silencio entre nosotros.
Estuve contemplando la lluvia por la ventana del auto, por un momento me daba miedo ya que veía películas en las que luego lluvia fuerte y causaba accidentes y este silencio más me ponía incómoda.

- ¿Que tienes?

Al escuchar esa pregunta no pude evitar asustar me un poco.
Mire a Hipo y solté un suspiro.

- oh nada es solo que...

Mire la ventana.
Creo que Hipo noto mi sensación de miedo porque tomo mi mano.
Yo me sorprendí ante esa situación, pues no me esperaba eso.
Mire a Hipo, el formó una sonrisa.

El matrimonio de la luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora