Desesperación.

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- El castaño no aguardó nada y salió presuroso de aquella casa, solo deseaba irse a la brevedad con tanta rapidéz que la rubia no pudo hacer nada.

- Corrí y corrí tan rápido como mis piernas me lo permitían, sabía lo que había hecho; me había dejado llevar, esto era toda mi culpa no de Jackie.

- ¿qué haré? ¿qué le diré a Star? Bien calma Marco solo fueron unos besos con ella que no disfrutaste para nada ¿o si?, no no que diablos estoy pensando claro que los disfruté; digo que NO los disfruté.

- A todo esto el castaño se sentía sumamente extrañado y confundido, por un lado quería decir que no lo había disfrutado pero por otro lado su mente le hacía decir otras cosas.

- Ya no sabía que mismo hacer, era un mar de nervios, las imágenes de él y Jackie besándose de manera muy subida de tono lo atormentaban, sentía que se ahogaba en su propia miseria, sabía que debía de afrontar tarde o temprano a Star pero sentía miedo, sabía que si hablaba todo terminaba, ¿cómo hablar sin terminar?

- Estaba sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta que sus pasos lo habían llevado hasta cierta casa y alguien lo miraba desde lejos.

- Marco ¿te sientes bien?

- Tom.

- Tom vio en la mirada perdida de Marco que algo no andaba bien él no era de aquellos que se amilanaban ni mostraban preocupaciones así que de seguro lo que lo aquejaba era serio.

- Marco ven pasemos a la sala.

- El castaño no dijo nada, solo siguió a su amigo hasta la sala donde ambos tomaron asiento pero Marco tenía la cabeza baja y su mirada al piso.

- ¿qué hiciste Díaz? - soltó de golpe Tom.

- La incertidumbre y el miedo se apoderaron de Marco, Tom era su mejor amigo desde el jardin y si alguien lo escucharía, lo juzgaría pero jamás diría nada a nadie ese sin duda era Tom Lucitor el rey del pin pong infernal (como el solía decirle).

- Marco le narró todo a Tom sin dejar ningun detalle a la imaginación, mientras el castaño narraba Tom estaba centrado con su vista fija en su amigo, miraba como Marco se relajaba y se tensaba con cada palabra, era contradictorio ya que en los años que tenian de amigos nunca lo había visto tan confundido y angustiado, quien lo viera y no lo conociera diría que había hecho alguna locura seria.

- Y eso fue lo que pasó.

- Tom solo se levantó del sillón, se dirigió hacia la cocina y volvió con un par de latas de refresco en la mano.

- Ambos bebieron sin siquiera hablar del tema, y cuando ambas latas estuvieron vacías Lucitor habló.

- Marco se que te sientes mal, yo mismo pasé por lo mismo con Janna, tú mejor que nadie sabes que aunque soy el diablo como todos dicen soy un cursi por Janna, así que te comprendo, se que no es el mejor consejo pero debes guardar silencio y enterrar esto en tu mente, se que diras que mentir es malo y más aún a la chica que amas pero que es una mentira que en algun momento olvidaras a que la chica te termine y te olvide, no se tu pero yo preferiría conservar a mi novia y según lo que dijiste tú no la besaste, te distrajiste por andar viendo la película.

- El semblante de Marco cambió a uno más relajado, siempre podía hablar con Tom sobre lo que fuera y aún así él lo ayudaría así le diga cosas hirientes.

- Gracias Tom, tomaré tu palabra.

- Antes que te vayas, necesito que veas algo.

- Tom llevó a Marco a su habitación para enseñarle algo que él consideraba un obsequio para animarlo.

Star vs las fuerzas del mal (High school)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora