Heridas del Alma... Phoebe Grey PRIMERA TEMPORADA (Terminada)(Proceso edición)

Capitulo 2

He pensado en ir al centro comercial a comprar unas cosas, es por lo que llamo al móvil de Ava, para pedirle que me acompañe, últimamente no me ha estado gustando salir sola, creo que me da miedo quedar vieja, sola y amargada, en mi caso con una buena cantidad de perros a mi alrededor.

La he llamado y me ha respondido que sí, me decido cambiar, porque con este uniforme no voy ni a buscar la leche, a no ser que vaya al instituto, ahí sí.

Opto por una sudadera que muestra mis hombros, con mangas largas y ajustada de color blanca, acompañado de unos pantalones de tiro alto color celestes y unos zapatos de lona blancos, me acomodo el cabello, tomo mi bolsa con mi celular y mi billetera dentro.

En casa no hay nadie, mis papás trabajando, los chicos se fueron al gimnasio y la señora Jones está en el supermercado es por lo que decidido llamar a mi papá y a mi mamá por el manos libres, ya que he salido tarde

Ya en el auto decido escuchar un poco de Vaults, especialmente esa melodía de One Last Nigth, el inicio de la música embriaga todo mi auto, me hace cerrar los ojos para empezar a escuchar la letra "Atada a un corazón poco profundo (¿a flor de piel?) ¿Por qué el quiere llevarme donde va? Oh, y conocer el porqué, es suficiente para hacer que quieras intentarlo por una ultima noche" La letra es totalmente embriagadora, esta canción es mi favorita sin lugar a las dudas.

Me detengo en un semáforo y aprovecho para marcarle a mi papá:

* Llamada a las oficinas de Grey Enterprises*

- Oficina de Christian Grey, le habla Andrea ¿en qué puedo servirle?

Andrea me contesta al segundo timbre.

- Andrea, soy Phoebe, ¿será que me puedas comunicar con mi papá?

El semáforo cambia a verde y arranco.

- Lamento decirle que su papá está en una reunión señorita, pero si gusta le dejo su recado

Me lo imagine, pongo los ojos en blanco y acelero.

- Dile que voy al centro comercial con Ava, para después pasar por la casa de los abuelos y que no llevo seguridad porque no había nadie en casa, y que Theo está en el gimnasio con Mateo.

Sonrió, espero que me haya puesto atención.

- Todo está anotado, cuando el Señor termine se lo diré

Sonrió.

- Me parece bien, gracias Andrea, pasa buenas tardes.

Contesto.

- Pase usted muy buenas tardes señorita.

Corto la llamada.

Andrea es una chica muy amable o realmente es así por cortesía, la conozco desde pequeña, ella me llevaba la leche y las galletas a la oficina de mi papá cuando llegaba de visita a los 6 años.

Entro a los portones de la residencia de mis tíos, es una casa muy grande y lujosa, muy elegante diría yo.

En la entrada de la puerta veo a Ava, sentada en los escalones de la entrada de la casa, lleva puesto un vestido clásico de ella color negro, apretado del dorso y suelto de la cintura para abajo, arriba de las rodillas, lleva puesta una chaqueta jean (le favorece al vestido) y unas sandalias blancas de piso, su cabello antes liso, ahora este acomodado en ondas.

Bajo el vidrio y ella se levanta, en su rostro refleja tristeza y ya veo donde va esto.

- ¿Mis tíos se pelearon otra vez? – pregunto, es lo clásico siempre que Ava esta así es porque hubo una discusión entre sus padres

Sube al auto y cierra la puerta, se coloca unas gafas de sol negras redondas y suspira.

- Realmente me gustaría decirte que es por otra cosa que ando de estos ánimos, pero desgraciadamente tienes toda la razón.

Sonrió.

- ¿Y por qué fue esta vez? – siempre hay motivos por los que los tíos peleen y siempre el causante es el tío Elliot.

Bufa y tira una carcajada venenosa

- Gia Mateo, esa es la causa, esa zorra de tetas grandes, que por lo visto traen loco a mi papá.

Ya me lo imaginaba, ella siempre metiéndose en entre mis tíos.

Sonrío sarcásticamente mientras me detengo en un semáforo en rojo

- ¿Por qué mi tía no va y le pone un alto a todo esto?

pregunto, si fuera mi mamá ya hubiera puesto un alto a todo ese coqueteo de parte de esa zorra.

- Realmente me gustaría eso, pero mi papá la retiene, dice que es porque tiene un proyecto con ella demasiado bueno para que mi mamá haga eso.

Sonrío sarcástica.

- Entonces que mi tía se espere unos días o unos meses si es necesario para después pueda tomarla de las mechas y la arrastrarla por todo Seattle.

Ella sonríe, sabe que es buen plan, un jugoso plan, que por el momento tiene que esperar a ser ejecutado.

En el camino aprovechamos para hablar de todo un poco y para ver que haremos en el centro comercial.

Concluimos en almorzar Hamburguesas en McDonalds, para después ir a comprar unas camisas a Forever 21.

Al salir de la tienda compramos unos licuados para después dirigirnos entre risas al garaje subterráneo para dirigirnos a la casa de los abuelos, pero una mano suave de uñas largas en mi antebrazo me impide seguir mi camino, volteo, una señora de unos 50 y tantos años me sonríe mientras afloja su agarre, le sonrió incomoda, no la conozco, no la he visto en ningún lado, me hace sentir rara, inmediatamente me pongo seria.

La señora es esbelta, no tan grande para mi estatura, de piel blanca y el Botox en su cara grita para decir que esta presente en ella, lleva puesto un vestido de color negro ajustado, con unos zapatos de charol de igual color y un collar de perlas de pequeños tamaños cuelga de su largo cuello, va maquillada naturalmente y su cabello es un rubio impecable, que cae como cascada por sus hombros con naturalidad. Me alza una ceja y sonríe mientras me ofrece una mano.

Sonrió sarcástica y le correspondo al saludo.

- Me llamo Elena, tu debes de ser la hija de Christian.

Su voz es rasposa, pero elegante a la vez, en ella hay un deje de poder.

Frunzo el ceño, no me explico como puede conocer a mi papá.

- Si, mi papá es Christian Grey ¿de dónde lo conoce usted?

Ella sonríe.

- Fuimos amigos, en el tiempo que no conocía a tu mamá.

En su mirada hay un deje de ira.

- Entiendo.

Contesto tomando de la mano a Ava que seguramente escuchaba todo atenta, estoy lista para irme, esta señora no me trae buena espina, lo mejor es que me vaya y si tengo suerte, no volverla a ver nunca.

- Es bueno

No la dejo terminar.

- Lo siento señora, pero creo que ya es hora de irme, mi prima y yo vamos muy tarde a nuestro próximo destino y a mi papá no le va a agradar saber que estoy conduciendo a esta hora.

Digo con total sinceridad y con poca confianza. Ella sonríe y afirma con la cabeza.

- Estoy de acuerdo con él, unas niñas como ustedes no deberían manejar a estas horas.

Dice mirando su reloj seguramente carísimo igual de su cartera.

Afirmo y poco a poco Ava y yo nos alejamos de ella para dirigirnos a mi auto, enciendo el motor y miro mi reloj de mano. 6:00 DE LA NOCHE!!! Es mejor que vayamos directo a casa, papá va a matarme.