;;capítulo único.

431 28 1
                                    

ACLARACIÓN: Esta idea la leí de un tweet de blasnior, me pareció muy buena y que hubiera sido bueno si aquel capitulo tomaba este rumbo. Sin más preámbulos, lean y siéntanse libres de comentar cualquier error que encuentren en la narración.


De cuando Junior no sabía que le pasaba ni Blas como ayudarlo.


Al día siguiente había decidido ir al bar, sabiendo que podía encontrarlo. Y, en ese momento, me di cuenta que últimamente solo venía por una razón, él. El lugar se encontraba algo vacio, y en parte lo agradecía, podría aclarar algunas cosas sin ser interrumpido. Lo busqué con la mirada y lo encontré, tan lindo como siempre, preparando un trago del otro lado del mostrador.

Fui hacia el otro lado, de alguna manera lo tenía permitido aunque no fuera del todo un empleado del lugar, y camine con paso decidido, aunque algo tímido hacia él.

-¿Podemos hablar? - pregunté en tono lento.

Dejó el trago a un lado y me miró, pero no con su típica mirada que siempre me dirigía, suspiró y me preguntó si se me había pasado el enojo. Realmente temía que pensase eso cuando no era así.

-No, no estoy enojado, Blas.

-No sé qué hacer -fueron las palabras que salieron de su boca mientras negaba con la cabeza.

Y, entonces, me sentí un idiota cuando le pregunté con que no sabía qué hacer. Porque lo sabía, pero de alguna extraña manera necesitaba escucharlo de su boca. Más su respuesta no era del todo la que esperaba.

-Con vos, Junior -respondió de forma obvia-. Sé que te pasa algo, pero cada vez que te pregunto te pones peor y la verdad es que no me gusta verte así.

Negué con la cabeza mientras sentía mi corazón acelerarse del solo pensar que podía importarle aunque sea solo un poco.

Y, con la voz un poco quebrada, se lo confesé. Admití mi confusión.

Una parte de mi intentaba explicarle que él era la razón de toda esa confusión pero, en cambio, comencé a sentir una inmensas ganas de llorar que no pude ocultar.

-Ayúdame por favor.

Esas fueron las únicas palabras que salieron de mi boca antes de acercarme a él, rodearlo con mis brazos y amortiguar mis sollozos contra su hombre. Lloraba porque comenzaba a sentir algo por un chico que nunca había sentido por ninguna de mis novias. Lloraba porque sus brazos me rodeaban, una de sus manos acariciaba mi cabello y su suave vos me susurraba al oído que me tranquilice. Me sentía cómodo como nunca antes y comenzaba a preguntarme si podía quedarme así, entre sus brazos y sin personas molestando alrededor, por toda la vida o, al menos, hasta que deje de quererlo.

-M-me pasa algo... con vos -dije lentamente y con miedo, por un segundo creí que no había logrado escucharme porque mis palabras chocaban contra su chaleco, pero él me hizo entender que si lo hacía-, no sé que es pero...desde que llegaste me armaste un quilombo en la cabeza que... que no puedo entender.

Sus manos pasaron a mi cintura y me separó de su cuerpo con lentitud, como temiendo mi reacción, dejé que lo hiciera y lo miré con mis ojos que, seguramente, se encontraban un poco rojizos al igual que mi nariz. Sus manos no se despegaron de mi, solo comenzaron a deslizarse de arriba hacia abajo con ternura mientras me miraba a los ojos.

Y allí, con su mirada verdosa prestándome atención solo a mí, decidí decirlo.

-Me pasa algo con vos, cada vez que me hablas de tus chicos o de que estas comenzando algo con Ailín... no me gusta, me da bronca, no sé, me dan celos, no sé que es.

De pronto sentí sus manos en mi rostro y cerré los ojos de golpe, temiendo que la respuesta de él no sea la que esperaba, pero, con el paso de los segundos, los volví a abrir, encontrándome con su mirada que solo demostraba cariño y alegría, y que vagaba de mis ojos a mis labios, momento exacto en el que el temor hacia su aparición.

Si alguien llegase a pregúntame el porque hice lo que hice a continuación, no le respondería, por la simple razón de que no sé que fue aquello. No sé de donde salió pero si lo mucho que lo necesitaba hacer.

Solo recuerdo su rostro acercarse al mío y, en el momento en el que lo vi alejarse un poco, acerqué el mío, logrando una pequeña expresión de asombro de su parte, con cejas sutilmente levantadas.

Acerqué mi boca a la suya de la misma manera que lo había hecho aquella noche borracho, solo que esta vez ambos nos encontrábamos sobrios, pero con más ganas de hacerlo que aquella vez.

Nuestros labios se rozaron y me dije a mi mismo que ya no había vuelta atrás, que debía besarlo ya. Y eso fue lo que hice, corté toda la poca distancia que nos separaba. Por primera vez en mucho tiempo no sabía qué hacer además de presionar mis labios sobre los suyos. Ya comenzaba a insultarme pero pareció comprender que necesitaba un pequeño empujoncito, porque eso fue lo que hizo, bajó una de sus manos a mi cintura mientras se separaba de mí y volvía a juntar nuestros labios.

Eran suaves y en ellos pude sentir el ligero sabor a una de esas extrañas bebidas que hace, me besaba de una manera lenta que me hacía sentir en las nubes. Cerré mis ojos y solo me dejé llevar, sentía como mi nariz chocaba con la suya, lo cual me provocaba un poco de risa.

Podía sentir como su mano izquierda se colocaba en mi nuca y de esa forma profundizaba el beso sin dejar de hacerlo lento, su otra mano en mi cintura y mis brazos alrededor de su cuello junto con el fuerte latir de mi corazón me hacía pensar en que jamás lo olvidaría.

Luego de unos segundos nos separamos y no puede evitar soltar un leve quejido ante eso, recibiendo un poco de aire contra mi cara como señal de que acababa de reírse de mi reacción. Abrí mis ojos y me encontré con una hermosa sonrisa dirigida hacia mí, no pude evitar sonreír también mientras sentía como un pequeño sonrojo aparecía en mi rostro.

Nos encontrábamos tan inmersos en nuestro pequeño mundo y yo tan concentrado pensando lo que acababa de pasar y en lo que me había hecho sentir que nos habíamos olvidado de todo, de que él se encontraba trabajando, que habían clientes y que mis hermanos podían llegar en cualquier momento.

Alguien había aclarado su garganta y fue ahí cuando nos dimos cuenta que aún seguíamos sonriéndonos como dos tontos a una corta distancia del otro, y entonces escucho perfectamente la voz de Romeo a unos pocos metros, me separo rápidamente de Blas y miro a otro lado.

-¿Van a seguir besándose o van a tomar mi pedido? -preguntó.

Al girarme y verlo apoyado contra el mostrador no pude evitar pasar por desapercibido su sonrisa y la forma tan cariñosa con la que nos miraba a Blas y a mí. También pude ver a Dante a su lado, quien parecía estar retándolo por interrumpirnos y diciendo que mejor podía tomar su orden Renata.

Y, por último, observé a Blas, él solo estaba allí mirando y escuchando como ambos discutían con una pequeña sonrisa sin dientes, solo estaba allí apoyado delicadamente sobre una parte del mostrador mientras lucía tan lindo y no pude evitar sonrojarme aún más al ver sus labios un poco rojizos.

Me devolvió la mirada y supe en ese momento que no había nada de malo en que me gustase un chico, y, mucho menos, si ese chico era él.


¡Espero les haya gustado! Hace demasiado tiempo no escribo, y me sentía nerviosa por publicar algo que salió en unas pocas horas, pero tengo pensado seguir haciéndolo por lo que les agradecería si me dejan su opinión en algún comentario, votan o dejan sus ideas para otros one shots.

With love, Max.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 31, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Me pasa algo con vos || Blasnior.Where stories live. Discover now