The Old You ; Fack

06.

"Yo simplemente no podía ser perfecto, jamás lo sería si seguía así."

Semanas habían pasado desde aquél beso, ellos jamás lo olvidarían, sin embargo, ninguno ha tenido el valor de hablar al respecto, como si no hubiese ocurrido. 

Las semanas de preparación y ensayos habían acabado, y debían comenzar a grabar. Los chicos ya llevaban grabando escenas toda la mañana, anhelando la hora de comer, estaban bastante cansados. 

Se encontraban todos sentados en una larguísima mesa, bajo distintos toldos para evitar que el sol molestase, era una especie de comedor móvil, que colocaban en el set.

-¿Me acercas el jugo, Sophia? -habló Finn, estirando su brazo hasta donde se encontraba la pelirroja. A penas recibió la botella, se comenzó a servir en su vaso, la intensa mirada de Jack sobre él, hacía fallar su pulso. 

-¿Tienes frío? -le preguntó Jaeden, quien se encontraba a su lado. 

-No... ¿por qué? -Finn se intentaba mostrar confundido, sabía que estaba temblando y Jack no le quitaba la mirada de encima. 

-Estás temblando. -replicó el castaño.- te puedo prestar una chaqueta o algo... -insistía. 

-No sé de que hablas -rió Finn, dejando al fin la botella en su lugar y bebiendo de su jugo. 

La comida continuó en silencio, no era incómodo, simplemente tenían tanta hambre y cansancio, que no les dio el tiempo de siquiera conversar. 

Les dieron tiempo para descansar mientras grababan algunas escenas los adultos. Se fueron a sentar bajo otro toldo sobre el césped, todos se encontraban riendo, subiendo vídeos a sus historias de Instagram y grabando directos. 

Jack se encontraba cabizbajo, observando el verdoso césped frente a él. 

-Voy al baño -avisó, poniéndose de pie. Llegó hasta el baño del lugar y cerró la puerta con pestillo. 

Se colocó de rodillas frente al inodoro, levantó la tapa de éste y suspiró.

Dos dedos tocando su campanilla, bastaron para que buitreara todo lo que había consumido hasta esa hora. 

Aún sin convencerse, repitió el proceso un par de veces, hasta que sintió que ya no podía más. Las lágrimas recorrían sus mejillas, su rostro se encontraba pálido y su boca muy roja. 

Se observó al espejo y sintió asco. Lavó su boca como pudo e intentó que los colores volviesen a su rostro, demonios, como se odiaba. 

Esperó unos minutos y salió del baño, nadie había notado su ausencia, mejor para él. 

Caminaba lentamente hasta el lugar en donde se encontraban sus amigos, pero alguien jaló de su muñeca. 

-¿Que pasa, Finn? -preguntó lo más cálido que pudo. 

-¿Qué estabas haciendo? -levantó por instinto la mano de Jack, aquella que había utilizado para inducir su vómito, tenía los nudillos algo dañados. 

-Ir al baño, obvio... -respondió el castaño desviando la mirada, aún intentando sonar convincente. 

-¿Nací ayer? -Finn fruncía su ceño.- Estabas vomitando, ¿por qué vomitabas? 

-La comida me cayó mal, no quería que todos se enterasen de que vomité, gracias Finn. -alejó su mano bruscamente de la del mayor, alejándose de él, dejándolo con una mueca en el rostro. 

Finn en serio quería creerle, no quería pensar que algo malo le pasaba a Jack, así que eso hizo, no tocó más el tema y confió en que todo estaba bien, aunque durante esas últimas semanas, nada parecía estar bien.