¿Ella no era buena?

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Agarré una toalla, y cerré la ducha, me envolví la cintura, y ella se quitó la mano de los ojos.

-genial, ¿ves lo fácil que eran las cosas?-

-diabla...-

dije mientras cruzaba por su lado.

-vago-

dijo ella, mientras esperaba a que yo cerrará la puerta. Eso, eso odiaba de ella, eso. Odiaba que todos en mi familia pensaran que me iba a volver un trabajador de semáforo, simplemente por tener los brazos tatuados. Todos en la casa pensaban eso, pero si algo me exasperaba más que nada, era que Walyiha expresara el pensamiento de todos. ¡Maldita sea es mi cuerpo, hago lo que se me de la maldita gana con el!

Entré a mi cuarto, y me puse una camisa de nirvana, y unos jeans, con un gorro de lana que decía "fuck" en letras blancas. Bajé a desayunar y mi madre apareció en frente mío, en la cocina.

-¿uno o dos?-

dijo ella, mientras seguia trabajando en la estufa.

-dos-

dije yo.
Ese era el juego de las mañanas; para así variar un poco, ella preparaba dos desayunos totalmente diferentes: así que tenía que elegir entre esos. Solo el que primero bajara podía elegir. Casi siempre elegía yo.
Trisha vino hasta donde yo estaba y me dejó la comida: eran una especie de tartaletas de fresa. Me dio un beso en la cabeza, y se fue a la cocina, para verme comer.

-oye, ¿que es eso?-

dijo mientras apretaba el ceño y se acercaba a mí.

-¿que?-

dije, mientras mantenía en mi mano derecha, la tartaleta a punto de entrar en mi boca. Ella se hizo detrás mío y me arrancó el gorro de mi cabeza, despeinandome.

-¡oye!-

grité.

-no grites a tu madre-

dijo mi padre, mientras se sentaba en frente mío.

-mira lo que tu hijo tenia puesto en la cabeza-

le mostró mi gorro, para que pudiera leer las palabras escritas en este.

-¿que haces con eso, Zayn?-

-nada, simplemente es un gorro que compré-

Subí los hombros, restándole importancia.

-Zayn, no nos mientas, maldita sea, que si hay algo que odio es que nos mientas, ¿por qué tenías ese jodido gorro?-

la vena del cuello de mi padre estaba a punto de reventar...

-¿por qué no puedes ser con Selena? ¿por qué tienes que ser un chico rebelde? ¿un chico problema?-

Suspiré y me mordí la legua para no decir algo de lo que luego me arrepentiría.

Terminé mis tartaletas, y me levanté. Le arranqué el gorro de las manos a mi mamá, agarré mi maleta y comencé a caminar hasta el instituto.

Mis padres eran tan rígidos y chapados a la antigua, que seguro debería aparecer en el libro de récords.

¿como tenía tantos tatuajes si ellos eran así? porque no preguntaba, sino que me los hacía y listo, luego, cuando los tenía en la piel ya no había vuelta atrás.

Pasé por en frente de la casa de Selena, y estuve tentado a tocar, pero no quería apresurar las cosas, así que simplemente seguí caminando.

El instituto era solo el lugar donde se congregaban cierta cantidad de pares, para tratar de aprender cosas; no me gustaba. Esperaba fervientemente el día en el cual podría irme de ese maldito estado, a otro lugar, como Los Angeles, Australia, Grecia...a tantas partes...pero por ahora solo estaba atrapado en este maldito lugar de Texas.

Cerca de la entrada, había una fuente, en esta siempre me sentaba a esperar a Selena. Me senté ahí y agarré mi libro de Harry Potter y El Cáliz de Fuego; era la octava vez que leía la saga, me encantaba, era simplemente lo mío.
De un momento a otro, una pequeña figura me tapó la luz del sol. Ahí estaba Selena, con un saco de lana rosa y unos shorts blancos, con botas cafés. El cabello lo tenía en hondas, y caía delicadamente por su tierno rostro, donde no había ni una gota de maquillaje.

¿esta era la chica que ayer se había dejado tocar de esa manera en la calle?
No, no era posible. Sus piernas estaban totalmente juntas, y ella me miraba.

-¿otra vez leyendo Harry Potter, Zayn?-

-sí...-

le dije, con un poco de inseguridad en la voz. ¿A dónde quería llegar?

-¿que había hoy de desayuno en tu casa?-

me preguntó, mientras se sentaba a mi lado.

-Selena, ¿que mierdas pasó ayer?-

ella parpadeó fuertemente, desentendida.

-¿a que te refieres?-

-te escapaste por tu ventana, con tu novio, a sabrá dios que, ¿que pasó?-

-¿que tiene que hiciera eso? ¿es que acaso no me puedo ver con mi novio? ¿es acaso ilegal?-

Preguntó, poniéndose a la defensiva.

-no estoy diciendo eso...-

-pues parece que me estas dando a entender que no tengo por que verme con mi novio, ¿es eso lo que haces, Malik?-

-maldita sea, Selena, relejate, no te estaba diciendo eso...-

Ella estaba de pie en frente mío. Me levante y la abracé.

-Sel, solo quería saber que había pasado-

-simplemente salí con Justin-

ella no me estaba abrazando.

-abrázame, vamos, abrázame, solo me preocupé-

Sus dedos se movieron un poco.

-vamos, sé que quieres: soy tu mejor amigo...-

Lentamente las brazos de Selena se fueron cerrando al rededor de mi espalda.

-te quiero...así te metas en mi vida-

Quizá solo había exagerado las cosas, era obvio que solo había sobreactuado, ¿verdad? Selena, era la Selena que había sido desde el momento en que la había conocido.

Seguimos el día juntos, como siempre, pero examiné cada una de sus acciones para ver si algo era diferente; absolutamente nada lo era. Ella seguía igual de concentrada en las clases a como había sido ayer, y todos los días de su vida.

En el almuerzo, las cosas fueron ciertamente normales, no había ningún problema en la parte de la conversación, nos reíamos igual a todos los días.

Finalmente el día se acabó. Estábamos a punto de salir hacia su casa, cuando paró en seco.

-mierda, se me olvidó mi teléfono en el salón, ya vengo-

Comenzó a correr hacia el otro lado, ¿qué había sido eso? ¿Selena Gomez maldiciendo?

Good Girl (Zayn Malik y Selena Gomez)Where stories live. Discover now