café

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He estado buscando si mi obsesión tiene nombre, pero lamento comunicaros que mi búsqueda no ha tenido resultados, ahora mismo me estoy planteando si puedo ser yo la única que vivo por y para el café, incluso me puedo plantear ser una especie en extinción...como un dinosaurio... aunque la idea de ser un animal muy grande de un color marrón verdoso no me agrada. 

Todavía no os he hablado de mis amigas, perdón, corrijo, de mis locas amigas, se puede destacar en esta parte a una en especial, a mi amiga Cristina, tiene una pequeña obsesión como yo, pero, en su caso la  obsesión que tiene que ver conmigo... mi amiga Cris está obsesionada con encontrarme una pareja, ella es la que ha tenido la culpa de mis cuatro citas fracasadas del mes. Lo que mas me gusta de ella y a la vez mas me agobia es su perseverancia, ella nunca se rinde, y doy fe que lo he  intentado... no consigo quitármela de encima, ella tiene la manía de ridiculizar mi obsesión, discretamente... pero daña mi orgullo. Ayer vino a mi casa, yo lo celebré con una taza humeante de café con leche, mientras que ella solo brindo con unvino tinto en una copa alargada, venia entusiasmada porque había tenido una gran idea... según ella. Se sentó delante de mi con las piernas cruzadas sus dedos nerviosos rebotando sobre la copa me estresaban, provocando que de otro sorbo a mi taza hirviendo, y lo soltó, soltó aquella bomba que tantas ganas de contarme sin saber que nada más ofrecerla mi respuesta iba a ser clara  "chicos por Internet"... -no- no necesité pensarlo otra vez, volviendo a acercar la taza a mis labios, estaba contenta con mi vida ahora, el café y yo no necesitábamos a nadie más, estábamos felices los dos juntos  si  venia otra persona en nuestra vida, podía estropear todo lo nuestro   " vamos.... lo mejor es que no va a saber de tu obsesión con el café, y no os vais a tener que ver físicamente... todavía"  le cambié de tema enseguida, hablar de mi fracasada vida amorosa delante del café ... no era mi parte favorita del día. Pese a todo, cuando me metí dentro de mi cama acobijada dentro de mis mantas, me volví a plantear la idea de Cris, a lo mejor no era tan mala idea...