❛ 𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎𝐒 / 𝐒𝐈𝐍𝐎𝐏𝐒𝐈𝐒 ❜

027 | Club glee y otras malas ideas.

Título: Club glee y otras malas ideas.
Autor: WonderLetters
Género: Humor
Sinopsis hecha por: Ismaia22

Era un nuevo año de preparatoria, tenía que ser perfecto, con todas las nuevas experiencias que eso conllevaba.

Yo tenía una plan para todo, entre esos estaba uno para la preparatoria, seria una gran porrista y pertenecería a la mesa de los populares además, tendría notas excelentes.

Sería popular y quizá una chica de ensueño.

Cabe recalcar que yo no era el prototipo de la mujer perfecta al contrario, tenía muchas inseguridades y por lo general mantenía mi vida privada cerrada ante las personas, todo tenía que estar perfecto.

De hecho, todo hubiese sido perfecto de no ser por mi mejor amiga: Reiko; aquella chica amable, graciosa y amante de la lectura.

¿Qué hizo?

Confundió las fichas de inscripción y mis planes terminaron siendo nada.

¡Sí! Acabé en el club Glee, el antónimo a todo lo que planee.

Mi misión era hacer de aquel club, uno nuevo, popular y claramente, interesante.

En el proceso descubrí que los errores pueden ser aciertos accidentales.

Yo lo comprobé.

Título: Club glee y otras malas ideas.
Autor: WonderLetters
Género: Humor
Prologo hecho por: Ismaia22

Como de costumbre me levanté temprano, mi madre me había acostumbrado a ello, ya estaba preparada pero ¿para qué? Para el primer día de preparatoria.

Ya había desayunado y todo estaba perfectamente —como todo en mí vida— listo.

Mi madre me esperaba en la cochera, lista para dejarme en la preparatoria.

Estaba completamente emocionada y mejor ni hablar de cuánto había extrañado a mis amigos.

Reiko, ella era quien se encargaría de inscribirnos en el club de las animadoras, todo sería perfecto.

Mi madre por las mañanas era muy silenciosa, no hablaba mucho, yo solo obedecía.

En el camino la radio iba apagada y eso me hacía resentir un poco porque, mi sueño frustrado era ser cantante. Mi madre no admitía eso, porque según ella, no tendría futuro como tal.

Ni prestaba atención al camino, mi mente iba centrada en todos los planes que tenía para este nuevo año, tanto así que había medio arrugado un pliegue de mi falda, el blanco definitivamente era mi color.

Mi madre me había mirado mal por el espejo del coche así que acomodé mi cuerpo quedando derecha y así por el resto del camino.

[...]

Al llegar, me senté en una mesa del corredor en donde, se suponía, esperaría a mis amigos, Reiko y Peter.

Reiko tenía que inscribirnos en la ficha y luego venir conmigo.

Al cabo de un rato, quien apareció fue Peter, con su cara de amargado más genuina.

Quizás había hecho mucho deporte en el verano, su sueño era ser futbolista y se la pasaba mucho tiempo entrenando para serlo.

—¡Hey! —saludó—, ¿cómo estás, Cosette?

—Bien, Pet ¿y tú?

—Bien y Reiko, ¿en dónde está? —cuestionó.

—Quizá nos está inscribiendo en el club, que se yo.

—Bueno... —dijo.

Peter volvió a ver al otro lado y su reacción me hizo buscar lo que veía, era Reiko, una Reiko muy pálida ¿qué había sucedido? Venía caminando, sus manos venían metidas en su suéter de mezclilla y eso lo hacía solo cuando se encontraba nerviosa.

Algo había ocurrido, ella no actuaba así.

—Reiko, ¿qué sucedió? —cuestionó Peter.

—Cosette me matará —respondió.

¿Y yo por qué la mataría?

—Hola amiga linda, amor de mi alma que me ama por sobre todas las cosas.

—Reiko —dije.

—Ejem...—dijo agudamente y luego ríe nerviosamente.

—¿Reiko?

—¿Cosette?

—¿Qué haz hecho? —pregunté viéndola con el entrecejo fruncido.

—¿Recuerdas que me dijiste que nos inscribiera en el club de animadoras y que claramente dijiste que cuidado si hacía algo mal? —volvió a reír bastante incómoda.

—Sí, claro ¿cómo te fue con eso?

Su cara se tornó pálida y entonces fue cuando comencé a unir cabos...

[...]

—¿Qué  hiciste que cosa? —pregunté por tercera vez, aún en shock.

—Nos inscribí en el Club Glee, ya sabes, en el que cantas y bailas y que no tiene nada que ver con las animadoras ni los populares.

—Te mataré —dije una y otra vez—. ¿Es una broma?

—No querida, en serio, me equivoqué, lo siento y no puedes matarme, soy tu mejor amiga.

—Será mejor que corras.

—¿Por qué? ¡Oh, no! Espera, no —chilló en lo que comenzó a correr.

¿En qué me había metido Reiko?