Por todo lo que no fuimos | Cartas dedicadas a ti #3

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2 de diciembre del 2012.

Elisa me dijo que esta era la mejor manera para sacar todo de mi interior, aunque sé que nunca leerás esto. Me encargaré totalmente de ello, nunca podrás leerlo, solo quedará en mi memoria hasta que el gran día se acerque.

Ayer, 1ero de diciembre fue un día de mierda. No porque me diagnosticaran alguna enfermedad o porque haya perdido mi trabajo, nada de eso, mi salud es muy buena y en el trabajo no hago más que complacer a mis jefes.

La gran cena de inicio de navidad fue en casa de tus padres, ellos como todos los años me invitaron, no estaba muy feliz por ello, debo admitirlo, más aun cuando sabía que Fanny te acompañaría, pero tuve que hacerlo, tus padres me aprecian demasiado y pensé que era mala educación no presentarme.

¡Al carajo la buena educación!

Sí, grité eso en mi interior cuando pusiste tu rodilla derecha en el suelo y frente a toda tu familia... frente a mí, le pediste a Fanny que fuera tu esposa.

Yo... nunca había sentido tanto dolor como en ese momento.

Por eso salí de ahí sin que nadie me prestara atención, no podía acercarme a ustedes y felicitarlos, iba a ser una verdadera hipócrita si lo hacía.

No cambiaría mi forma de ser ni por ti, ni por nadie, por eso no me quede.

Jules.