Namjoon comenzó a empujar lentamente el cuerpo de Hoseok hasta recostarlo en el sillón, quedando con sus piernas encima del regazo de Namjoon. El menor no dejo de besarlo en ningún momento, Hoseok se estaba convirtiendo en un lio, no podía seguir el ritmo ahora un poco agresivo del beso de su Can, había un poco de saliva que se deslizaba por la comisura de su boca. Sintió una caliente mano adentrarse entre el delantal hasta llegar a la cinturilla de su pantalón, Namjoon comenzó a acariciar aquella parte sensible del cuerpo del mayor, causándole unos leves escalofríos, su mano se restregaba entre su vientre bajo y su cintura, rasguñando un poco aquí y haya.

— Na-Namjoon... — Pronuncio entre leves gemidos, tragado nervioso. No era la primera vez que intimidaba solamente con Namjoon o que este llevase el mando pero, había pasado bastante tiempo desde la última vez que Hoseok había recibido a Namjoon. Realmente se encontraba un poco nervioso, digamos que Namjoon tiene un grosor grande.

El hibrido Canino comenzó a esparcir besos a lo largo del cuello del mayor, una que otra lambida le ocasionaba escalofríos, su mano derecha se dirigió por debajo del delantal hasta llegar a levantar su camiseta encima de sus erectos botones rosados, comenzando a retorcer el derecho entre sus dedos mientras que su mano izquierda apretaba su culo por encima del pantalón. Hoseok soltó un gemido ante los estímulos inesperados retorciéndose un poco ante estos, sus manos se encontraban enredadas en el cabello del menor, despeinándolo a su gusto.
Namjoon se separó un poco del mayor, lo cargo por las axilas y los sentó sobre su regazo.

— Te vez hermoso con ese delantal rosa. — Susurro ronco en los labios del mayor acariciando sus costados.

Hoseok lo abrazo por el cuello y se mordió el labio inferior mirando a su Can, — Puedo estar solamente con el Delantal...— sus mejillas se encendieron de un rojo fuerte al decir aquellas palabras.

Namjoon sonrió ladinamente, su amo podía ser malditamente sensual pero, su toque inocente no podía irse de él. Volvió a besarlo profundo, teniendo otra batalla de lenguas mientras que sus manos acariciaban la espalda descubierta del mayor hasta llegar a su cabello y despeinarlo lentamente para seguidamente rehacer el camino de regreso hasta adentrar su mano en los estorbosos pantalones y apretar sus mejillas entre medio de ellas llevándose entre sus dedos aquel saco sensible del mayor debajo de su miembro. Las sensuales caricias que le otorgaba Namjoon a Hoseok lo estaban volviendo loco.
Namjoon con suaves caricias logro quitar esos horribles pantalones, quedando maravillado ante la imagen que le proporcionaba su amo quedando solamente en su delantal rosa.

Como si no pesase nada, Namjoon levanto a al humano abrazándolo por la cintura pero, repentinamente lo giro quedando al estilo 69, el Can sonrió al tener el hermoso y redondeado culo de su amo frente a él, literalmente en su cara, Hoseok inconscientemente enredo sus piernas alrededor del cuello del Can.

— ¡Namjoon! — Grito asustado el mayor — ¡Me voy a caer! — En un intento por evitar que su cara tocara el suelo se sujetó de la pierna derecha de Namjoon con fuerza.

El mencionado esbozo una sonrisa, elevo un poco más a su dueño hasta que pudo fácilmente posicionar su boca en uno de los testículos contrarios comenzando así a succionarlos y lamerlos.

Namjoon giro y hablo — Sujétate del sillón. — Hoseok se estremeció al sentir el soplido que ocasiono Namjoon al hablar directamente en sus partes íntimas.

— ¡Oh Dios Mío! — Hoseok no presto atención ante la orden dictada por su can, se encontraba demasiado fuera de sí al tener la húmeda y caliente boca de Namjoon en sus testículos, comenzando a sentir su traviesa lengua pasar por el falo de su miembro erecto para seguidamente soltar un largo y quejumbroso gemido. — ¡Oh, mierda! —

Mascotas En CeloWhere stories live. Discover now