-¿Que haces? -estaban sentados en el living de Ian viendo una película cuando la pregunta de Angelo apareció.
-Acomodarme para estar mas cómodo.
-Lo único que vas a lograr así es que te llegue la sangre al cerebro por primera vez en tu vida. -Ian, quien estaba recostado boca arriba, con su cabeza colgando del sofá, le dedico una mirada de molestia- ¿Que? Es la verdad.
-La única verdad aquí es que eres un idiota y que no eres lo suficientemente gay para conquistarme. -tras decir eso, el albino dio un salto hacia atrás y cayo de cara al piso-. Auch, mi bella cara.
-Te pasa por creído.
-¿No me ayudas a levantarme, porfis? -con un tono lastimero miro al ojigris, quien estaba sin lentes de contacto, el le desvió la mirada.
-No te voy ayudar después que me ofendiste. -Angelo soltó una pequeña risa en medio de su intento de ofendimiento.
-¿Me ayudas a levantarme, oh bella criatura de la naturaleza, oh gran dios del amor, oh arquitecto de los adonis y de las musas? -el pelinegro estallo en risas mientras negaba con la cabeza.
-Nop, te falto algo. -la cara de Ian se torno roja al recordar eso.
-No voy a adular tu pene, seria raro si no lo he visto.
-¿Estas implicando que quieres verlo? -Angelo se paro y llevo una mano a su entrepierna.
-¡Ni se te ocurra! -el albino enrojeció aun mas y se tapo la cara.
-Entonces dilo. -el suspiro de Ian se oyó en toda la sala.
-Oh gran macho verga peluda huevos de acero, ¿me ayudas a levantarme? -Angelo le agarro de las axilas y lo levanto de un tirón-. ¿De donde sacas toda esa fuerza?
-En algo tengo que canalizar mi enojo. -levanto sus hombros, restandole importancia.
-Ahora, ¿podemos seguir con la película?
-¿Te hiciste imagen mental de lo que dijiste y eres el creador de la Torre Eiffel? -la mirada y mente del ruso estaban fijadas en otra cosa, en la entrepierna del albino para ser exactos.
-¡¿PODES DEJAR DE MIRAR MI PENE Y VER LA PELÍCULA?! -la paciencia de Ian exploto y miro a Angelo con autentica ira.
-Mira que si quieres puedo encargarme de bajártela, eh. -pero esa ira se fue por el caño al ver como el ojigris seguía centrado en su entrepierna y parecía muy dispuesto a tocarlo.
-Basta Angelo, en serio, basta. -el japones se sentó en el sofá y puso una pierna de barrera entre su entrepierna y Angelo.
-Aburrido. -no pudo evitar notar que Angelo estaba en una situación similar a la suya cuando lo vio sentarse, vio fijo la película lleno de vergüenza.
La situación se había tornado muy incomoda.
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No se que fue esto, las hormonas de los chicos we.¿Recuerdan que dije que iba a actualizar mas seguido? Menti.
Y eso tambien fue una mentira, no se.
Los veo luego.
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Mi Compañero de Banco (Saga Toronto)
RomanceAngelo Arkusti, un adolescente de origen ruso que presencio la muerte trágica de quien mas amaba y se vio obligado a escapar de su tierra natal junto a su madre a los 14 años. Ian Kunetsu, un adolescente japones al que su familia obligo al éxodo, mi...