Contradicciones (#1 El Negocio)

Capítulo XXVII: Decisiones

—Lamento no haber llegado a tiempo, Rosie.

—Me salvaste, Dakota. Me encontraste.

—Pero no a tiempo —Y eso me hace daño, pude haber hecho más.

—No era tu deber, hiciste lo que pudiste por mí y lo agradezco —Suspira—. Ahora dime, por favor, ¿Qué tan mal está lo que sea que me hicieron en mi piel?

Su voz tiembla. Rose no sabe lo que la han escrito, principalmente porque fue medio drogada antes de que la trasladarán a ese lugar, sintió el dolor, pero para ella todo era tan confuso. No sé cómo decírselo. Bajo mi vista y noto que sus ojos están a poco de derramar lágrimas.

» ¿Qué me hicieron? —susurra. Paso mis dedos por su cabello—. Por favor dime, tengo derecho a saber.

—Perforaron tu piel...—No encuentro las palabras—. Rose...

—Solo dímelo, de igual manera lo veré en algún momento.

—Con alguna cosa punzante escribieron una letra en tu costado.

Hay un largo momento de silencio, la observo y estiro mi mano para limpiar la lágrima que deja caer. Asiente como si llegara a alguna especie de acuerdo consigo misma.

—No digas cuál letra, lo sé...Yo puedo recordar las risas y voces. Me llamaban perra.

—No eres una perra y no es justo que llamen a cualquier chica de esa manera. No lo eres.

—Sé lo que algunos piensan de mí, Dakota.

— ¿Y qué importa? Deben importante las opiniones de quienes sí te conocemos y queremos —Beso su frente—. Debemos hablar con las autoridades, Rose.

—No. Papá y mamá enloquecerán.

— ¡Pero tienen motivo para hacerlo! Esto no es un juego, Rosie. Estoy asustada.

—Mamá está en una habitación con una tensión que pone en peligro la vida del bebé y solo cree que alguien al azar me atacó. ¿Qué es lo que crees que pasará cuando sepan que me acechan?

—Querrá protegerte, eso es lo que pasará. Porque son nuestros padres y...

—Y no lo sabrán. No los angustiaré.

—No puedes solo...—Me incorporo.

—Basta, Dakota. No lo sabrán. ¿De acuerdo? No necesitan saber toda esa basura.

—Toda esa basura es tu vida ¡Tu vida! Tienen derecho a saber, no somos héroes, Rose. No trabajamos para un servicio secreto o tenemos excelentes dones de defensa. Solo somos dos jóvenes adultas siendo acechadas y molestadas por algún perverso o grupo de ellos jugando con nuestras vidas, ¿Y quieres que no les diga? —Mi voz aumenta—. ¡Tienes que estar bromeando! No es solo tu decisión.

—Lamento que seas parte de esto, que tuvieras que pasar por eso, pero más lamentaré si a ese bebé le pasa algo por alterar a mamá. Puedo superar haber sido una imprudente con fuertes consecuencias, pero no me perdonaría que algo le pasará a ese bebé y mamá. Lo siento, Dakota.

»Si hablas, lo negaré —Tiene que estar bromeando—. Mentiré y diré que solo estás teniendo una mala reacción, lo negaré una y otra vez.

—Pero ¿Qué demonios? —Quiero golpear la pared mientras la escucho.

—Lo siento, tú tienes tus secretos y yo tengo derecho a guardar los míos.

— ¿Qué malditos secretos tengo?

—Jagger —susurra—. Yo lo sé, al igual que ellos...

— ¿Ellos quienes?

—Quienes me acechan. Lo saben y ahora yo también lo sé. Ellos quieren llegar a él, yo...