Capítulo 1

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Estaba sentada en una roca por encima del lago, observando, mirando todo a mí alrededor; todo era tan...hermoso; si esa era la palabra que muy pocas veces en mi vida usaba.

Tenía en mi mano la misma carpeta con las mismas hojas que siempre, solo que estaba vez; como todas las veces que veía esa carpeta de nuevo; tenía otra hoja más al final, otra misión más en mi extenso...como decirlo 'curriculum'. Siempre era lo mismo.

Nombre: 405
Ubicación: Washington D.C.
Idiomas: Inglés, español, portugués, chino, japonés, ruso, italiano y francés.
Materias: Matemática avanzada, historia (del mundo en general.), lenguaje avanzado, biología avanzada, física avanzada, física cuántica, química avanzada.
Otros: Mecánica, secretariado e ingeniera. 
Habilidades:
-Atletismo -Baile profesional -Jinete -Espionaje -Asaltos -Camuflaje -Lucha -Actuación
-Operativa de autos, aviones, trenes y barcos.

Todo esto servía solo para una cosa, mis misiones. Si me tenían que enviar hasta China para matar a un gobernador. El chino, ser piloto de avión y el espionaje se fusionaban en uno solo dentro de mí y gracias a la actuación podía pasar de mi a ser una persona completamente diferente. 

Había vivo toda mi vida aprendiendo, aprendí de los tontos y de los sabios. Todo lo que sabía era demasiado para tan solo 17 años pero así era mi vida, no puedo decir que nací así porque no fue como comenzó todo. Pero eso es otra historia que descubrirán más adelante.

Después de mi registro personal seguía el registro de mis misiones; que déjenme presumir son muchas; después de hojas y hojas y más hojas de lugares diferentes, nombres diferentes, personalidades diferentes y por supuesto objetivos diferentes. Llegue a la última hoja.
Mi nueva misión.

Nombre elegido: Alexa Winston.
Transferencia a: Los Ángeles, California.
Escuela: Instituto de Los Ángeles.
Curso: Cuarto año.
Habilidades disponibles: Atletismo y baile profesional. Todas las materias posibles. Inglés, español e italiano.
Vestimenta: Ropa femenina.
Personaje: Inteligente, porrista y bailarina. Hablaras los idiomas asignados.
Familia: Solo tu padre (Jared). No tienes familia en EE.UU. Ellos viven en Italia (por eso hablas italiano).
Procedencia: Nashville donde vivías con tu padre igual que aquí, se mudaron porque a tu padre le ofrecieron un trabajo importante como profesor en la universidad de Los Ángeles; por eso sabes tanto. Tu niñez la viviste en Italia.



Me dirigí hacia el cuartel de la A.S.I. [Agentes Secretos Internacionales] Si lo sé es un nombre estúpido, he tratado por 13 años que cambien el nombre. Pero simplemente me ignoran diciéndome que el nombre ha estado por más de doscientos años y no lo cambiaran ahora porque a una agente le parece tonto. Pero bueno no se le puede hacer nada. Además amo mi trabajo, bueno no así amar, amar pero me gusta. No soy cruel ni nada solo...bueno si soy cruel. No se puede cambiar eso tampoco.

Al llegar me dijeron que Anne, la directora del cuartel de Washington, me estaba esperando. Me dirigí a su despacho y me encontré con la casualidad de que Jared estaba ahí. Jared es lo más cercano a un padre para mí y le quiero mucho. Claro querer como sentimiento hija-padre, él ya tiene treinta. Pero cuando me encontró solo tenía dieciocho. Y como ya dije no es momento de contar esa historia.

—Aquí estas 405 —dijo haciéndome una seña para que tomara asiento.
—Hola Anne, hola Jared —me senté en el cómodo sillón de cuero.
—Hola pequeña —rio. Odio que me diga pequeña, suena tan...indefenso, e indefensa no es la palabra exacta que me describe.
— ¿Quieres que te dispare? Porque traigo mi arma conmigo y no me cuesta nada apretar el gatillo —amenacé acariciando mi cinturón donde guardaba mi preciada arma.
—Tranquila... —miro el papel que estaba sobre la mesa—. Alexita —rio una vez más y yo saque mi arma, quité el seguro y apunté a su frente.
— ¡405! Cálmate —me apuntó con su pistola Anne. Mierda. Baje mi pistola, coloqué el seguro y la puse en su lugar.
—Ya, ya —alce las manos mostrando que estaban vacías.
—No perdamos los estribos —miro a Jared— Discúlpate con Alexi... —la mire— Alex.
—Lo siento. Alex, me gusta —dijo el pensando en el nuevo apodo, para luego acariciar mi cabeza.
—Cambiando de tema, Alex, se irán a L.A. mañana en la mañana. Una vez allá, Jared, tu sabes dónde queda la casa. Alex, entraras a tu nueva escuela 3 días después de haber llegado. Jared, en ese tiempo muéstrale toda la ciudad a Alex que conozca la ciudad para que parezca que llego hace un mes y por último. Alex, tu objetivo —tomo el control de una pantalla gigante para mostrarme a un señor de aproximadamente 50 años—. Alex, él es Patrick Campbell. Gobernador de California, tiene cuentas pendientes con el director de la A.S.I. y bueno se ha demorado demasiado así que tiene que estar... —me miro
—...muerto —termine la frase por ella
—Exacto —miro a Jared— Esta misión la hará sola. Solo necesitamos ayudas menores de tu parte —Jared asintió.
— ¿Cómo me acerco a Campbell? —pregunte mirando la foto de aquel hombre que dentro de unos meses estaría muerto.
—Campbell, tiene un hijo —mire la pantalla que ahora mostraba un chico de pelo cobrizo liso medio enrulado, tez clara y ojos celestes era...lindo -espera ¿que dije?— El, es Logan Campbell, hijo mayor de Patrick, solo de Patrick. No te diré más, solo lo esencial. Quiero que te introduzcas en el mundo de Patrick y que mejor forma que... —la interrumpí
—...su hijo —complete de nuevo.
—Quiero que te hagas amiga de él, novia. No me importa pero intégrate en su mundo. Cuando por fin llegues a la casa Campbell, me avisas por teléfono y te diré lo siguientes pasos y cuando matas a Patrick —apagó el proyector. —Ahora vayan a hacer sus maletas —nos levantamos. —Y recuerda Alex —me gire y la mire. —Linda, femenina, lista y...no te encariñes con la gente —asentí y salí para dirigirme hacia mi dormitorio.



Iba mirando por la ventana en el avión y pensé...
Aquí voy a otra vida falsa más, más amigos que nunca más saben de mí, más caras que quedan en el olvido, pero no lo sé porque pensaba que estaba vez iba a ser diferente. Tenía una corazonada. Pero como siempre dije:

No es mi vida, es solo una misión más.

No es mi vida, es solo una misión másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora