Capitulo Uno.

13.3K 607 173
                                    

"¿Por qué a veces sentir amor nos lleva a terminar sintiéndonos solos? "

No todo en la vida es felicidad. Apenas puedo pensar que todos somos perfectos. Vivir en la miseria, eso es la realidad. Nadie te acepta como eres, sólo lo que ellos piensan que es lo correcto.

Soy James Lee, un chico de 16 años. Uno de los no súper dotados, uno de los chicos ignorados en su propia escuela. Todos concurren a la homofobia y me hacen bullying. Común para ellos. Soy el típico chico al buscan por las mañanas para patearle su trasero, posiblemente actué como que no me importaba pero realmente me molesta por dentro y a veces no sé cómo expresarlo. Puedo llegar a ser sumiso y callado, pero por dentro duele. Supongo que me parezco a mi madre.

Ella sufría de palizas de parte de mi padre, ya no soportaba verla sufrir. Con papá ni te atrevas a hablar que ya te golpeaba a ti también. Es boxeador y se droga. Un estúpido. Tenía miedo de que mate a mi madre de solo un golpe en la nuca y una noche estaba decidido escaparme de casa con ella. Escaparme sería lo mejor. Lo mejor para ella y para mí.

Esa noche caminé en silencio a mi cuarto y me asomé temblando de miedo a la ranura de la puerta. Mi madre estaba abrazada de piernas, llorando. Mi padre no estaba. Abrí la puerta suave y me miró esperanzada.

- Vámonos ahora, ya no quiero vivir así.- susurró bajo mi madre, llorando de miedo.

Temía que mi padre se despertara y nos golpeara pero, decidí dejar mis miedos a un lado, y agarrar del brazo de mi madre, el cual estaba demasiado frió, y mi bolso (ya preparado en caso de emergencias), y salimos, cruzamos esa puerta de madera sin mirar atrás.

En eso escucho un grito furioso. Mi padre. Se nos acercaba y mi madre lloraba de la desesperación. Comenzamos a correr hasta el auto y nos metimos sin excepciones. Tomé las llaves entre mis manos temblorosas y me apuré a arrancar el auto. Lo logré y pisé el acelerador hasta salir disparados de allí, dejando a mi padre solo con su histeria.

-  Lo perdimos de vista...-susurró mi madre sin poder creerlo y miró para atrás.

- Mamá....No, no mires atrás. Ése hombre ya es pasado... No lo llames...-susurro.

- Me has salvado la vida, James. Te lo agradezco.-dijo entre llantos del alivio. Nunca había visto a mi mamá tan así, nunca había esperado que pudiera correr de él tan fácilmente. Yo lo hubiera hecho antes. Pero, me alegro que en este momento estemos a salvo. Y ahí es cuando mi historia y vida nueva comienza, nos mudamos a una ciudad bastante poblada, donde sabríamos que mi padre no podría encontrarnos. Ni siquiera estaba en el mismo país, pero honestamente Ottawa era bastante diferente a Texas. Me agradaba la idea de ser alguien más, de no tener que lidiar con las burlas de los estudiantes en mi escuela anterior, de no sentirme solo, podría ser alguien más, alguien importante, no creo que fuera tan difícil pero uno nunca sabe.

El auto frenó de golpe, y abrí los ojos rápidamente cuando me di cuenta que habíamos llegado al aeropuerto, era medianoche y no había tanta gente. Eso me asustó un poco, no sabía exactamente la razón pero, mi corazón se aceleró muy rápido. Mi madre me miro con tristeza en sus ojos y me di cuenta que se encontraba rota, perdida y no es lo que yo quería para ella. Rápidamente bajamos del auto y lo dejamos a un costado, me dio un poco de lastima pero... ¿qué más da?

Tomamos aquel avión sin dudarlo, y en ese momento me quede dormido, perdido en mis propios sentimientos.

Había tenido un sueño muy raro que ya olvide pero mamá me había despertado para bajar del avión.  Estaba emocionado, o al menos en ese momento creía estarlo. Bajamos las escaleras y ví a alguien que nunca había visto en mi vida pero, mi madre parecía reconocerla ya que estaba esperándonos.

Realmente No me Importa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora